MACHU PICHU: La ciudad perdida de los Incas

24 Y 25.05.2009:

"La ciudad perdida de los Incas". Así llaman al Machu Pichu y no me extraña que no fuera encontrada por los conquistadores y que, una vez abandonada por sus moradores -por motivos desconocidos- se perdiera en la noche de los tiempos entre una enmarañada vegetación. La ciudad está ubicada en lo alto de una roca granítica gigantesca del tamaño de una montaña que, a su vez, forma parte de una cadena de enormes cerros puntiagudos separados entre si por el profundo abismo excavado por el río Urubamba. Como la elevación no es mucha, la vegetación es abundantísima -sin llegar a ser selvática- y muy espesa sobre todo en su base y en las laderas de los cañones y gargantas que la rodean, lo que la hace aun mas "invisible".

El río Urubamba es el único medio de llegar hasta aquí (de hecho hoy en día solo se llega hasta el pueblo de Aguas Calientes en ferrocarril, y el tren lo hace siguiendo íntegramente el curso del rió). No hay carretera para llegar al pueblo. Éste solo tiene una calle que no sea peatonal: la que une la estación de buses con el sitio arqueológico.

El Machu Pichu visto desde el "Huayna Pichu" (el picacho que se ve al fondo en todas las fotografías típicas) esta en medio de una especie de laberinto de desfiladeros y precipicios que forman el resto de las montañas de esta enorme sierra. ¡Y para colmo desde abajo de la montaña no se ve absolutamente nada y solo cuando te faltan 50 metros para la entrada lo ves emerger majestuoso recortándose contra las montañas del fondo!.

Es, precisamente, lo majestuoso y espectacular del entorno, junto con la maravilla en si de la ciudad inca, lo que hace a este lugar tan mágico (la misma ciudad en un llano no tendría ni la mitad de "magia"). Los Incas eran unos excelentes arquitectos y unos mejores artesanos que sabían aprovechar todos los recursos que les ofrecía la naturaleza, aun contando con escasisimos medios (no conocían siquiera la rueda ni, consecuentemente, las poleas que les hubieran permitido transportar y elevar piedras que, como en Saqsaywaman en Cuzco, pesan por encima de las 50 toneladas).

Su sistema hidrológico de drenaje y captación de aguas, tanto en el Machu Pichu como en otras ciudades incas, es -en expresión de un grupo de ingenieros norteamericanos que lo han estudiado a conciencia. "insuperable": canalizaciones, desagües, aljibes, pozos, fuentes, etc., etc.. Como canteros no los hay iguales en el arte de ensamblar piedras -algunas gigantescas- con un grado de perfección tal que , aun hoy, asombra (los conquistadores llegaron a pensar que no podían ser obra humana, sino demoníaca).

La ciudad esta perfectamente diseñada y urbanizada (según los cánones de esa cultura y época). A un lado, en la parte mas alta, la ciudad "noble": santuarios, templos, palacios y casas de los altos dignatarios: el Inca, el sumo sacerdote, etc., etc., y en la parte baja, los talleres, almacenes, graneros, casas del personal, etc. Y, en medio, un gran patio ceremonial que dividía ambas. Las terrazas exteriores como bancales para el cultivo y de contención.

¡Menos mal que los Incas no conocían el reloj! (ni siquiera un peluco casio de 12 euros), porque, de haberlo conocido, no hubieran hecho ni la mitad de los excelentes y bellisimos edificios destinados a medir el tiempo (sus famosos observatorios astronómicos) o a adorar al que lo marcaba: el Sol (templos, estelas, etc.). Su obsesión por los calendarios, las estaciones, los solsticios, etc., determino -junto con la adoración a sus dioses: el Sol y la Luna- toda su cultura y, en especial, su arquitectura.

En el Machu Pichu, como en otras ciudades incas, sus monumentos cumbres están asociados a estas creencias: el Templo del Sol; el "Intihuatana" (o poste de amarrar el sol) que tenia funciones de medición del tiempo en solsticios y equinoccios, y como altar al Sol (en donde se ofrecían sacrificios de animales y "paisanos"); el Templo Principal; el de la Luna; el Templo de las Tres Ventanas (en clara alusión a sus creencias religiosas, a su especie de "trinidad"). Tres mundos o niveles: el Cielo/Dioses (Sol y Luna); la Tierra/Hombres (y dioses menores como la Pachamama) y el Mundo Interior/Muertos (y espiritus). De esa trilogía nacen muchas de las representaciones y simbología (el Templo de las Tres Ventanas y la Cruz Andina son buenos ejemplos de ellos, perfectamente representados en el Machu Pichu).

En el patio central se celebraba cada 21 de junio (solsticio de verano) el "Inti Raimi" (fiesta del Sol), al igual que en todo el "Tawantinsuyu" (o las 4 esquinas del imperio inca: desde el actual Chile a Colombia y del Océano Pacifico a la Amazonía) en cientos de pueblos ese día se pedía a Inti (su dios Sol protector) que no los abandonara.

La importancia del Machu Pichu radica en ser la única ciudad inca intacta para el estudio de toda esta cultura (intacta en el sentido de no haber sido demolidos sus templos -por idolatras y paganos- ni utilizar sus recursos para construir nuevas casas o iglesias). Ni que decir tiene que por aquí los españoles no somos muy populares. En cada ruina visitada los guías nos equiparan a un terremoto de alta intensidad: todo lo derruimos.

He pasado todo el día aquí. No creo haber dejado una sola piedra sin visitar. Me ha impresionado, pero el único problema es que, a partir de Machu Pichu, cualquier ruina que visite me va a parecer eso... una "ruina".

Vuelvo al atardecer al pueblo de Aguas Calientes bajando andando desde M.P. Un descenso memorable.

Aguas Calientes es un pueblo artificial. En donde debía de haber cuatro casas de pastores o agricultores hace pocos años, han florecido docenas y docenas de restaurantes, hostales, hoteles, tiendas de recuerdos, etc., etc.. para dar servicio a los miles y miles de viajeros que, día a día, venimos hasta este recóndito lugar atraídos por este gigantesco imán que es la "Ciudad Perdida de los Incas: el MACHU PICHU, sin lugar a dudas el sitio arqueológico mas espectacular de todo el continente, rodeado de un aura de misterio y grandeza que hace que el llegar hasta aquí sea un hito importante para muchos viajeros (entre los que me encuentro).

 ¡¡Gracias Machu Pichu!!.