El Diente de Buda

19.01.2012:

Cuentan que tras la muerte de Buda, su cuerpo, según la tradición, fue incinerado y repartido por todo el mundo conocido con el fin de fundar en cada uno de esos sitios un templo para su adoración; pero la leyenda dice también que tres de sus dientes se salvaron de las llamas, convirtiéndose así en reliquias de un valor espiritual incalculable para todos los budistas y un arma política  de inmenso poder pues tanto los reyes como los regentes debían de tener alguna de estas reliquias en su poder para tener derecho a reinar.

Este relato trata de uno de esos Dientes de Buda o más exactamente el canino izquierdo superior de ese líder espiritual. En el año 311 A. C., y para librar la reliquia de la codicia de los reyes, el príncipe Danta y la princesa Hemamala planearon su traslado de La India a Sinhaladwipa, como se le llamaba por aquél entonces a Sri Lanka,  ocultándolo dentro del pelo de la princesa.

Desde que la Reliquia del Diente Sagrado llegó a Sri Lanka ha sido venerada como un tesoro nacional de enorme valor y símbolo tangible de la unión espiritual de los ceilandeses convirtiéndose también  en el principal centro de peregrinaje para los budistas de todo el mundo. Por ello se le construyó un suntuoso templo en Kandy donde se ha guardado hasta hoy. En su honor y por dictamen del gran Rey Sirimeghavanna,  se celebra un gran festival  cada año donde se lleva en procesión o "perahera", como se dice en cingalés, al templo de Abhayagiri, bien protegido  en ataúdes de oro y piedras preciosas.

Ésa es la única vez que se saca de la cámara donde se guarda  y es también la oportunidad de contemplar un fabuloso desfile lleno de luces en su  y colorido, donde todo lo que lo conforma se convierte en sagrado. De hecho, participan en esa festividad los mejores elefantes del país y el que porta la reliquia es el más consagrado de ellos. Se dice que el elefante anterior al actual poseía una inteligencia inusual y hasta se venden reproducciones de  “pinturas” hechas por  avispado paquidermo, abstractas  claro está, ¡en el mejor estilo Kandinsky!  En la ciudad hay un museo íntegramente dedicado a este animal y donde se expone también  su cuerpo disecado.

Han sido unos días deliciosos en una ciudad monumental en lo arquitectónico pero tan tranquila y apacible como un pueblo de montaña. 

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