21, 22 y 23.05.2009:
Cuzco esta considerada como la "capital arqueologica de America del Sur" y está declarada "Patrimonio Cultural del Mundo" por la Unesco. Ambos títulos son justos y merecidos. Es, en verdad, una ciudad esplendida y monumental perfectamente conservada que se encuentra enclavada en el eje central del llamado "Valle Sagrado de los Incas", estando rodeada de sitios arqueológicos magníficos.
Cusco o Qòsqo (en castellano "peruano" y en quechua) fue la capital del imperio Inca y residencia del Inca (rey-dios). Fue fundada por el Inca Manco Qhapaq sobre el año 1100 como capital del llamado "Tawantinsuyo" (imperio inca) y rigió los destinos de la mayor parte de la América del Sur precolombina de la costa del Pacifico, aportando cultura, arquitectura, astronomía ... y religión (capitulo bastante sangriento éste debido a las ofrendas de sacrificios humanos a sus dioses) a los pueblos que sometían. Pero en esto llego un tal Pizarro en el siglo XVI y cambió la Historia.
El Cuzco actual es la fusión de ambos: la traza de la ciudad es inca, pues todos los edificios públicos e iglesias que se construyeron desde Pizarro se hicieron sobre los cimientos de palacios y templos incas. Los cimientos y las bases son incas y el resto colonial.
Suele decirse que el sincretismo religioso, cultural, etc., es una adaptación o variación de los conceptos, valores, estilos, etc., éticos y estéticos de los conquistadores por los conquistados, pero aquí fue a la inversa: los conquistadores aprovecharon los palacios, templos y lugares sagrados de los incas, aztecas, etc..,para edificar sobre ellos sus templos, iglesias, edificios administrativos, etc., etc.. Esto se ve perfectamente en Cuzco en donde los monumentales sillares, de enormes y perfectamente encajadas piedras, son la base de los edificios mas emblemáticos de la ciudad.
Aquí ya se ve otra clase de turismo. Se nota que es uno de los sitios míticos del turismo mundial. Los hoteles de un chorro de estrellas con porteros de levita en la entrada ocupan los antiguos palacios de los conquistadores y de la aristocracia colonial. ¡¡Mochileros "go home"!!
La ciudad entera vive de y para el turismo, y eso se nota en lo cuidado de sus calles y jardines, en la limpieza y orden, en la excelente iluminación y en la cantidad de policías que se ven patrullando por las zonas turísticas. Y, como tal ciudad turística, todo lo dulcifica, adultera y "globaliza" para adaptarlo al gusto del "gringo": sin excesos, sin perfiles, todo política y turisticamente correcto. Pero la pobreza puede disimularse, pero no ocultarse. Basta con darse una vuelta por el "arrabal" o ver el "ejercito mendicante" en las puertas de las iglesias o de las niñas -con unas caritas tristísimas- "disfrazadas" de cholitas típicas con sus coloridos trajecitos y su llama o alpaca domesticada de la mano para ofertarse como "foto típica junto a guiri" para que les des algún sol (eso en horario escolar, en días lectivos y con niñas en edad de estar escolarizadas).
Las calles son todas de piedra y adoquines y bastante estrechas -se parecen mucho a algunas calles del Toledo imperial- hasta el punto de que, en un par de ocasiones, me han dado los coches con el espejo retrovisor, a pesar de ir yo por mi acera.
En el centro, una de cada dos casas es un hotel, un restaurante o una tienda de recuerdos, a pesar de lo cual es una ciudad muy agradable de pasear (excepción hecha del sinfín de vendedores que te asaltan, continuamente, para ofrecerte excursiones, alojamientos, venderte gorras, bufandas, guantes, etc, de lana de alpaca, o artesanías, etc., etc.. ¡esto llega a ser agobiante, al menos para mi!).
Al día siguiente me he levantado "marchoso" y como llevo varios días sin darle "látigo" al cuerpo he decidido reeditar mis días de peregrino y, en vez de hacer el Camino de Santiago, hacer el "Camino del Inca", que es una ruta que iba desde Machu Pichu a Cuzco a través del Valle Sagrado del río Urubamba, pero solo un pequeño tramo de 32 kms. entre Pisac y Cuzco andando.
¡Menos mal que todo el camino es cuesta abajo y yo no voy apenas cargado!. El camino esta jalonado de ruinas incas: Tambo Machay, Puka Pukara, Qènqo y, al final, la guinda del pastel ¡la increible Saqsaywaman, a tan solo dos kilómetros de Cuzco.
He estado buscando algún sinónimo para sustituir lo de "ciclopeas" para definir estas ruinas, pero es que, por gastado que este, es el adjetivo que mejor le cuadra. ¡¡Como habrán podido mover esas pedazo de piedras!! y, sobre todo ¡¡como coño las habrán podido encajar con tal grado de perfección que, aún hoy día, no les cabe un alfiler entre sus juntas. Mas que un trabajo de cantero parece un trabajo de orfebrería fina.
¡¡Impresionante!!
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