Ya en Nicaragua (isla de Ometepe)

04.09.2009:

Cuando lees en una guía que Ometepe es una isla grande en medio de un lago con las dimensiones de un pequeño mar, que tiene dos volcanes casi gemelos de enormes dimensiones, que ocupan casi toda la isla, que uno de ellos esta activo (su última manifestación seria fue en 1957 y, según los vulcanologos, este volcán explota como media cada 50 años... 1957+50=2007 ????) y que el otro tiene un lago azul en el medio de su cráter, que en sus aguas habitan ¡¡tiburones toro!! (los únicos capaces de vivir en aguas dulces y saladas) y que en sus selvas hay varias clases de monos: capuchinos, araña y aulladores, que sus cielos estas surcados por bandadas de cientos de loros, cacatúas y urracas, que tiene cataratas y piscinas de agua dulce naturales y hasta un río, que cuenta con preciosas playas, etc., etc., ¿A que suena como el típico lugar en donde rodar una película de aventura o ubicar la acción de una novela o de un cuento fantástico?.

Pues todo ello es cierto y real. La isla de Ometepe en el lago Nicaragua es el producto de las emisiones de lava de dos volcanes, el Concepción de 1610 metros de altura y el Madera de casi 1500, cuyas lavas fueron creando un istmo entre los dos volcanes que terminaron siendo una sola isla: Ometepe que en nahualt significa "entre dos montañas". 

Bueno, pues hoy he llegado a este paraíso de cuento desde Costa Rica.

El cruce de la frontera en Peñas Blancas ha sido una pesadilla: colas enormes para salir de Costa Rica y, aún mas grandes, para entrar en Nicaragua. Con revisión de equipajes exhaustiva y todo. A desmontar y volver a montar la mochila con todo esparcido por el suelo y una mesa (al no ser como una maleta que tiene cremalleras, para ver lo que hay en el fondo tienes que sacarlo todo).

La travesía por el lago Nicaragua hasta Moyogalpa es muy agradable y ofrece unas vistas de los volcanes espectaculares. Cada pocos minutos cambia la visión y pasa de tener solo un penacho de nubes, a modo de corona, a no verle en absoluto. Otras veces las nubes y la neblina se ponen sobre el volcán a modo de guante o funda (que parece hecha a medida) y que lo recorta sobre el horizonte perfectamente. 

Es como si al volcán lo hubieran pintado de blanco y puesto una gasa gigante encima. ¡Muy hermoso!.