31.08.2009:
Voy camino de la Fortuna a ver si suena la flauta y veo el volcán Arenal sin la capa de nubes que, en buena lógica ha de tener, dada la estación en que estamos y el tiempo que hace (no se puede venir a un bosque lluvioso, en temporada de lluvias en Centroamérica ¡¡y pedir que no llueva!!, a pesar de lo cual mi optimismo irracional me lleva a pensar que va a hacer un día de sol cojonudo o, cuando menos, despejado).
El viaje es precioso, en minibus por unas bonitas colinas hasta el lago Arenal, en donde embarcamos en una motora para cruzarlo hasta la falda del mismo volcán y luego otro bus hasta el pueblo de la Fortuna.
El día pinta bien, hace buen sol con algunas nubes, pero según nos vamos acercando al volcán este parece ir produciendo mas y mas nubes (da la sensación de que salen de su cráter).
Desde que desembarcamos hasta llegar al pueblo uno tiene la sensación de que esta en Las Vegas o en Beverly Hills. Docenas y docenas de esplendorosas y gigantescas mansiones con unos paradisíacos jardines, hotelazos con mas estrellas que un planetario, spas, resort, lodges, etc., etc. flanquean la perfectamente asfaltada carretera. ¡¡Turismo de lujo... lo mio (jajaja)!!.
Nada mas alojarme ¡catapún! de nuevo truenos y, al rato, agua que te crió. Como siga lloviendo de esta manera voy a criar mas moho y musgo que un tronco podrido del bosque.
De llevar tanto tiempo los pies empapados me ha sucedido igual que en el Camino de Santiago del Norte... se me han caído las dos uñas de los dedos gordos del pie, menos mal que esta vez no los tengo infectados ni me duelen, solo se me han caído.
¡¡En fin... mientras no me salgan agallas!!.
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