17.09.2009:
Estoy en Honduras, en su capital "Tegus" como la llaman abreviadamente sus habitantes. Tegus me parece más una ciudad de la América del Sur pobre (Bolivia, Perú,etc.) que de América Central. Las clásicas diferencias de clase que se dan de forma tan notoria en todo el continente, aquí son tan acusadas como en la Paz o Quito. Los pobres son legión y las escenas de mercados caóticos con cientos de vendedores al menudeo en calles llenas de suciedad en los barrios de la periferia, etc., se asemejan a aquellos otros.
De todas las "banana republic" de Centro América, Honduras es la única a la que todavía se le puede aplicar sin remilgos ese baldón. Aunque ya los golpes militares no obedecen a intereses de los "bananeros", esta es la única república de este hemisferio cuyo gobierno no ha salido de las urnas. Hace dos meses unos milicos entraron de noche en la casa del presidente Zelaya y le pusieron ¡¡en pijama!! en la frontera, nombrando al vicepresidente Micheletti presidente de la república que esta, lógicamente, siendo tutelado por el ejercito.
Un ejercito de larguísima tradición golpista. Desde la independencia del país los gobiernos han sido alternativamente: liberales, militares, conservadores, militares, liberales, militares, etc., etc (en una especie de bucle infernal). A veces un gobierno militar dirigido por un militar era derrocado ¡por otro militar! que ponía a su camarilla. En fin seria de risa sino fuera tan dramático. La constitución del país ¡ha sido reescrita 17 veces desde 1821 a 1982 y la actual se la están pasando por el forro!.
Otra de las cosas en que se asemeja mucho Honduras con el eje pobre sudamericano es en la aparente fe de sus habitantes: iglesias a rebosar a cualquier hora (y petadas durante los oficios) y cantidad de gente pidiendo con gran fervor a sus santos (en especial a los mas "milagreros") los favores que necesitan. Yo creo que esta es una fe de "necesidad" y no de "elección": ya que no pueden exigir (ni siquiera pedir) justicia, trabajo, prosperidad sanidad, etc., etc., a unos políticos corruptos ni a un sistema colapsado, ni a un justicia parcial, etc., pues piden "milagros" (¡en alguien hay que confiar!).
La lucha que se esta desarrollando entre las distintas iglesias, confesiones, credos, etc., en América Latina (incluido Brasil) por obtener los favores de esta masa de creyentes, es a muerte y sin cuartel. No hay pueblo, por pequeño que sea, que no cuente con media docena de templos: mormones, adventistas, testigos de Jehová, anglicanos, evangélicos y un montón de ellos mas con nombres tales como: la única y verdadera iglesia; la iglesia de Dios; la de los elegidos; del Jardín del Edén; del Reino; etc., etc.. y, por supuesto, las iglesias católicas (perdiendo, esta últimas, por goleada).
En cada lugar en donde hay aglomeración de personas: parques, plazas, calles peatonales, mercados, etc., allí hay uno, o varios, predicadores con la biblia en una mano y un megáfono en la otra anunciando a bombo y platillo la pronta venida del final de los tiempos y el "justo castigo" que nos espera por adúlteros, fornicadores, ateos, pecadores, etc.,etc.. Son mensajes apocalípticos que acojonan o, si están de buenas, te dan una charla sobre los favores y bendiciones que te esperan y que vas a recibir en esta vida: trabajo, dinero, salud, hijos rectos y amorosos, familia prospera, ausencia de problemas, etc., etc.... eso si, único requisito: "conviértete pecador".
La ciudad esta literalmente "cosida" a pintadas en cada lugar que se presta a ello -algunas muy simpáticas con una nota al margen: "no me borres ... que mañana vuelvo"- (el que avisa...) y tomada literalmente por la policía y el ejercito. Las manifestaciones en contra de Micheletti y de apoyo a Zelaya son frecuentes en las calles y plazas y ellas la tensión "se masca" en el ambiente.
Honduras también tiene una historia bastante turbulenta en los dos últimos siglos, pero particularmente en el pasado siglo hubo de todo: golpes de estado, invasión de USA, el conflicto de "la Contra" (la Guardia Nacional de Somoza que se refugio aquí después del triunfo sandinista y que contaba con el apoyo norteamericano), y para colmo, una guerra con sus vecinos de El Salvador, pero eso si, por un motivo serio: ¡¡¡un partido de futbol!!!.
La llamada Guerra del Fútbol que se inicio a raíz de un encuentro entre ambas selecciones de fútbol en la que se quemaron banderas, se les dio una "mano de leches" a los aficionados del otro equipo, en fin, ya digo... cosas serias.
El ejercito de El Salvador invadió Honduras conquistando la ciudad de Nueva Ocotepeque, menos mal que solo duro seis días y a pesar de ello costo la vida a 2.000 personas.
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