Granada

06 y 07.09.2009:

Granada "la Gran Sultana" (así la llaman en referencia a su homologa española) es la joya de las ciudades "nicas". Es una ciudad colonial de casas de una planta pintadas cada una de un color distinto. Tonos puros de rojo, azul, amarillos, etc.. Esta bien conservada y poco restaurada (desde su total reconstrucción en 1856) dándole una nota de autenticidad y semi-abandono que le dan cierto encanto. Esta, igualmente, a las orillas del lago Nicaragua.

La historia de Granada, como la de Nicaragua, es una historia de crueles guerras civiles, rivalidades suicidas, destrucción y muerte. Fue fundada en 1524 por Fernandez de Córdoba (por cierto los "córdobas", la moneda nacional, tiene los billetes mas bonitos que he visto nunca -los nuevos que los viejos son feotes- y creo que deben ser infalsificables dado su diseño). Como, a pesar de ser una ciudad interior, se tiene acceso a ella desde el Caribe a través del río navegable San Juan y el lago, fue saqueada tres veces por piratas ingleses y franceses. En 1665 lo fue por nuestro buen y viejo amigo el pirata ingles Henry Morgan que les "levanto" medio millón de libras de las de 1665 ¡¡una pasta oiga!! y se largo a gastárselas a Jamaica, (¡menudo fiestón se daría!).

La rivalidad entre las dos principales ciudades nicaragüenses del siglo XVII, León y Granada, les llevo a una guerra civil en 1850 y -como en las películas del Oeste americano- uno de los bandos se hizo con los servicios de un "pistolero profesional" para obtener ventaja. Los leoneses contrataron al famoso filibustero norteamericano llamado William Walker (¿a que suena el apellido a camorrista?) quien en 1856 capturó Granada y la redujo a cenizas dejando en el lugar un infausto letrero que rezaba: "Here was Granada" (aquí estuvo Granada). Eso son rivalidades y no las de Madrid/Barcelona o Las Palmas/Santa Cruz ... a ver si aprendemos a tener enemigos de verdad, y no conformarnos con insultarnos en un partido de fútbol de "máxima rivalidad" (que sabrán estos de "rivalidades máximas") o satirizarnos en las copillas murgueras de los carnavales ... ("una buena guerra les daba yo a estos" que decían los abuelos).

El tal Walker ese era una pieza de museo y el prototipo del aventurero por antonomasia (yo creo que fue, después de lo de Hernan Cortes por supuesto, el tío con mas "huevos" que paso por este continente) quien en 1853 con una pequeña partida de bandoleros/aventureros atacó México y se autodeclaro "Presidente del estado independiente de Sonora". En 1855 contratado por los leoneses entró en Nicaragua con ¡¡56 seguidores!!, atacó Granada ¡¡y ganó!!. Y, como no -y otra vez igual que en las pelis del Oeste- en vez de darse el piro una vez finalizado el "tajo", no solo se quedó, sino que se "quedó" con el pueblo y la nación entera, autoproclamandose "Presidente de Nicaragua". Y, por supuesto, fue inmediatamente reconocido por el gobierno de los EE.UU. (la cabra tira el monte).

El paisano este debía de ser un elemento de cuidado, pues lo primero que hizo tras autoproclamarse presidente fue: ¡¡¡¡¡restablecer la esclavitud, declarar el ingles como idioma oficial de Nicaragua, hipotecar la nación entera para obtener fondos propios e invadir Costa Rica, anunciando su intención de hacerse con el control de toda Centroamérica!!!!! (eso como entremés para ir abriendo boca). Lógicamente ante semejante "amenaza" los países de la zona dejaron disputas aparte, se aliaron y derrotaron al Walker obligándole a volver a los EE.UU.. A pesar de lo cual lo volvió a intentar en otro par de ocasiones hasta que en Honduras le dieron "matarile". Aparte de estar "majara" y ser un impresentable, el tío los tenia bien puestos ¿o no?.

Después de comer me doy un paseo por la adormecida ciudad, en la hora de la siesta. En la placidez de una calurosa tarde de domingo, las casas con las puertas y ventanas abiertas de par en par, en busca de un soplo de aire que mitigue el calor, y en su interior la gente dormita mientras se mecen en unas maravillosas mecedoras, hamacas, balancines, etc.. Me he ido fijando en la enorme variedad de diseños de estas joyas hechas muebles. Son, generalmente, un conjunto de sillas, sillones y sofás con un diseño común y elaborados con mimbre, caña o cestería, con respaldos tipo cola de pavo real y trenzados con mucho arte y buen gusto.

En cada casa un diseño distinto y con colores blancos, azules o crudos naturales. Los de color blanco mas que hechos de material vegetal parecen hechos de hilo tejido a ganchillo por lo primoroso de sus dibujos. Y, eso si, todos con balancín para poderse mecer e ir marcando el ritmo de la vida al ritmo que le quiera imprimir cada uno de los que los ocupen.

Las calles a esas horas están desiertas y, al caer la tarde, se llenan de gentes que sacan sus mecedoras a la calle -estas mas de batalla- y en las puertas de sus casas toman el fresco y charlan. ¡Una estampa preciosa!.