Costa Rica

21.08.2009:

No se si habrá infierno y si son varios o ninguno, pero "paraísos" (con todas las comillas del mundo) parece haber varios o, al menos así los etiquetamos los que pasamos por ellos y los hemos disfrutado. Casi siempre asociados a sitios con una feraz vegetación tropical, playitas de arena fina, agua de colorines, cielos límpidos de un azul purísimo, etc., etc., pero casi nunca preguntamos a los "paradisíacos habitantes" de ese supuesto Edén sobre lo que piensan ellos de vivir en un lugar en donde, al parecer, les encantaría hacerlo a la mayoría de los habitantes del "primer mundo" (me recuerda mucho el símil con lo de las "islas afortunadas").


Yo si lo he hecho hoy. En la lancha que me lleva desde Bocas a Almirante mi compañero de asiento es un indio Ngoble Bugle de la región. Es un hombre de mediana edad (o eso aparenta) muy atento que me ayudo a embarcar (no es fácil con el bote moviéndose y cargado con dos mochilas). Me ha preguntado en un inglés muy elemental de donde era. Cuando le digo que me hable en español, tampoco es muy entendible (tienen cierta dificultad en construir frases largas). Le hago la típica afirmación sobre lo bonito que es aquello y le pregunto si es un buen sitio para vivir. Él, muy cortes, dice a todo que sí pero sin extenderse en la respuesta.



Al rato se va soltando y me empieza a contar que estuvo mucho tiempo intentando aprender ingles (que no solo es necesario para trabajar en turismo, sino también para relacionarse ya que la mayoría de los habitantes de esta zona del Caribe son descendientes de los jamaicanos de habla inglesa que trajeron los bananeros yanquis a finales del siglo XIX para desforestar la selva y crear las plantaciones -que costo también un montón de vidas por la malaria y la fiebre amarilla como en el Canal de Panamá- y construir el ferrocarril que sacase la fruta camino del puerto -en esto también emplearon a chinos como en otros ferrocarriles de Norte América-) pero el hombre no pudo aprenderlo porque su idioma materno -me cuenta- no tiene muchos sonidos similares (igual, creo yo, que les debe ocurrir con el español y les ocurre a otros con la "eñe" o con la "erre").



Va a Almirante a ver si arregla unos papeles, pues fue policía indígena durante cinco años, pero ni tenia contrato ni le abonaban mediante nominas ni le daban recibo ni nada que pueda probarlo y ahora no se lo reconocen para ningún tipo de subsidio ni como experiencia laboral. Hasta que no llegue la época del corte del banano (único trabajo que consiguen... y no siempre) no encuentra quien le emplee en nada. Me cuenta que a los indígenas no los quiere nadie, ni negros ni blancos y que están muy discriminados. Que no consigue trabajo aunque lo busca y, me recalca varias veces, que él no es un vago, que quiere trabajar. Va con otro compañero que no dice nada pero asiente constantemente con la cabeza. Tienen una pequeña parcela comunal en donde plantan sus cuatro cosillas básicas para su alimentación de subsistencia. !Pobre gente!. Su mundo se desmorona y no les dan entrada en el que viene (en las zonas turísticas están quedando como una reliquia, una especie de reserva humana en vez de animal -incluso organizan tour para ir a varios poblados en donde la gente se fotografía con ellos-).



Desde Almirante a la frontera con Costa Rica en Guabito/Sixaola y desde allí hasta Puerto Viejo de Talamanca (un montón de quilometros) ¡¡es una pura platanera!! (¿o se dice bananera?). Yo creía haber visto plataneras en La Palma en San Andres y Sauces o en Gran Canaria en Guía/Galdar y Arucas, pero al lado de esto, aquello parecería un "huertito". Durante muchos años el café y la banana eran la única producción de Costa Rica que, en el caso de la banana, era el principal productor y exportador mundial. ¡¡Millones de matas de banano plantados en una especie de islas!! (cada pequeño grupo esta rodeado por unas zanjas bastante profundas que lo convierten en una especie de isla -supongo que sera para el riego-).



Los trabajadores y vecinos de estas mega-plantaciones están expuestos a todo tipo de contaminación agroquímica porque regularmente son "fumigados" con pesticidas, etc., desde avionetas pues al estar tan juntitos (las casas y poblados han crecido a lo largo de la carretera que, a su vez, era el camino por donde salían los camiones cargados de bananos) les cae toda la mierda desde el cielo.



El tramite aduanero en la frontera es eterno y se forman unas colas enormes de gente con sus pertenencias (se debe cruzar andando a través de un puente metálico en ruinas con mas oxido que el Titanic y el suelo de madera chirriante), pero bueno... es lo que toca.

¡Ya estoy en Gringolandia!.

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