18.09.2009:
Comayagua es la mejor conservada de las ciudades coloniales de Honduras. A ello ha contribuido con generosidad la Agencia de Cooperación Española. Comayagua fue la capital de Honduras desde su fundación en 1522 hasta 1890 en que perdió su capitalidad en favor de Tegucigalpa (por aquel entonces un poblachon sin mayor relevancia).
Las razones para cambiar la capitalidad del estado fueron realmente de "peso" (peso de pesada). Cuentan que fue una historia de amor (como decía Woody Allen: ¿porque dicen amor cuando quieren decir sexo?). El presidente de la república por aquel entonces era un tal Marco Aurelio Soto, y estaba muy bien casado con una señora de Tegucigalpa. Pero, hete aquí, que esta buena señora no fue aceptada por la sociedad "pija" de la señorial Comayagua. Y, claro ... ¡¡paso lo que paso!!.
Me imagino al pobre Marco Aurelio volviendo a casa después de un duro día de trabajo (seguro que siendo presidente de un país este buen hombre tendría bastantes problemas ... pero ninguno como el que le esperaba en casa), y la mujer: "yo me vuelvo a Tegu con mi madre, aquí no estoy ni un día mas ... ¿a que no sabes lo que me ha hecho hoy la mujer de...?. Pues yo esta noche no estoy para fiestas ¡que lo sepas!". Y, lógicamente, cuando el enemigo tiene mejores "armas" lo sensato es claudicar.
Y, venga, medio país de mudanza para que el Marco Aurelio se pudiera comer un colín con la señora. ¡¡Eso son razones de estado (civil) y no las tonterías esas de la geoestratégia y vertebración política de una país, que otros utilizan para tomar este tipo de decisiones!!.
¿Cuantas decisiones, como esta, habrán cambiado el curso de la Historia obedeciendo a caprichos, desaires, ventoleras o vendettas?. ¡¡Ya lo dice el refrán: "tiran mas dos tetas que diez carretas!!.
Comayagua quedo hecha unos zorros por siglos, hasta que su glorioso pasado colonial, en forma de edificios, iglesias, etc., fue rescatado para el turismo.
Hoy en día es una agradable ciudad residencial de vida tranquila que vive añorando un pasado de grandeza que perdieron... ¡por orgullosos y fatuos ... mira que hacerle eso a una pobre mujer solo porque era de pueblo!.
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