Chichicastenango

04.10.2009:

Hoy he venido hasta Chichicastenango (Chichi para los amigos) para ver su famoso mercado dominical (de los mas grandes de Guatemala), sus ¨exóticas¨ iglesias y alguna otra cosa mas de interés.


Las horas que he pasado en Chichi no han tenido desperdicio. Es un pueblo realmente notable, totalmente indígena, que sufrió especialmente la represión de los militares durante el, eufemisticamente llamado, ¨conflicto armado interno¨(que fue una masacre mas que otra cosa y su autor, el general Ríos Montt, aun no ha sido juzgado y encima se esta presentado al congreso para obtener así inmunidad legal).



El mercado, o los mercados habría que decir mejor, pues aunque es solo uno esta claramente dividido en dos zonas: la turística en los alrededores de la iglesia de Santo Tomas y la indígena en el corazón de la intrincada red de calles y callejuelas que asemejan un zoco árabe. La zona turística (de tejidos y artesanías fundamentalmente) es un mosaico de colores con todos los matices, mezclas y variantes de cualquier color conocido. El arte, la imaginación y la maestría de las bordadoras y tejedoras indígenas guatemaltecas es sorprendente. Aun los mas modestos de los campesinos que ves por el mercado intentando vender su media docena de cebollas o papas, llevan unas camisas, blusones, chalecos, pantalones, etc., bordados con primor (a veces ya deshilachados y deslucidos por el uso y el tiempo, pero aun se observa en ellos delicadas flores y exóticos pájaros bordados). 



Lo que mas me ha sorprendido (aun llevando vistas muchas y muy diversas manifestaciones de sincretismo religioso) son las ¨iglesias¨ del pueblo. La iglesia de Santo Tomas de 1540 es ¨supuestamente¨católica, pero se asemeja mas a un santuario maya que a uno de rito cristiano. En las afueras de la iglesia, en sus escaleras de acceso, están repletas de ofrendas de flores, maíz, pétalos, frutas, etc. Al inicio de las mismas hay un altar-crematorio en donde se queman las ofrendas, y en los escalones finales, que están totalmente llenos de ceniza, hay pequeñas fogatas encendidas y la gente, con unas latas (de tomate, etc.) a modo de ¨botafumeiro¨ con carbones encendidos e incienso, las van agitando levantando una humareda de cuidado.



Eso afuera, porque dentro de la iglesia la humareda es tal que parece mas un antro de fumadores o un ahumadero de salmón que otra cosa. A lo largo de todo el pasillo central que conduce al altar mayor hay grupos de altares en el suelo, en grupos de tres (la trilogía maya) en donde arden docenas de velas, pétalos de flores, granos de maíz, etc.. En los altares laterales hay grupitos de indígenas, a modo de custodios, decorando y vistiendo al santo de su devoción con los ropajes propios de su grupo, espejos, flores, plumas, etc.. Lo poco que aun se asemeja a un templo católico: el altar mayor, un par de cuadros y dos retablos, están tan ahumados, negros y sucios (como el palo de un churrero que dice el dicho) por el humo de miles de velas y sahumerios durante siglos, que es absolutamente imposible reconocer en ellos la titularidad de las imágenes (solo la imagen del crucificado -por razones obvias- es reconocible)-



Mas sorprendente aun: en lo que se supone que debe ser la sacristía (un cuarto oscuro y sin ventilación a la derecha del altar mayor) hay otro altar-crematorio y una especie de chaman que llaman ¨chuchkajanes¨ que esta quemando incienso con la típica lata y salmodiando un ¨canto mágico¨en honor a los ancestros (esto ultimo se lo esta contando un guía local a una pareja de españoles que lo han contratado). Según el guía estas ofrendas se hacen en la iglesia en honor a los antepasados que están enterrados allí pues las iglesias fueron durante siglos cementerios en donde eran enterrados los que fallecían. Y las ofrendas en las escaleras es una costumbre maya que ya hacían sus antepasados en las escalinatas de los templos y pirámides como en Tikal o Copan.



Por extraño que parezca estos fieles que se encuentran en estas iglesias son los mismos creyentes que uno puede encontrar en los santuarios de Maximon, y le rezan con tanta fe, devoción y candor a uno como a los otros.



El suelo esta cubierto con hojas de pino, pétalos de flores, maíz, etc.. Eso y el aspecto tenebroso, por la falta de luz, la humareda y lo renegrido de paredes, suelo y techo le dan a la iglesia un aspecto inusual muy, pero que muy interesante y curioso. 



Una vez fuera de la iglesia, pero en sus muros, se pueden ver unos alucinantes murales dedicados a la memoria de los indígenas victimas de los militares durante su guerra civil (deberían llamarlas ¨inciviles¨) que cuentan la historia utilizando la simbología del códice maya ¨Popol Vuh¨ (una especie de Génesis maya que relata la historia de su creación, historia, cultura, etc., antes de la llegada de los españoles y que fue descubierto en esta iglesia y traducido por uno de sus sacerdotes en el siglo XVII).



Por ultimo he presenciado un pleno municipal en la municipalidad indígena del pueblo. Son públicos y se celebran en una sala con el alcalde y los concejales vestidos con atuendos especiales que denotan el poder conferido por la comunidad y en ellos puede participar cualquier ciudadano que viva en Chichi y tenga algo que decir (no deben estar muy descontentos pues en el pleno solo estamos otro paisano y yo). Es algo muy ritualizado: el alcalde se levanta -se que lo es porque lleva el bastón de mando- abre la sesión y luego, uno a uno, los concejales se levantan, van al centro del salón, dicen unas palabras y se sientan. Luego de nuevo el alcalde habla ... y así una y otra vez (no tengo ni idea de lo que dicen pues hablan en su idioma, pero ... eso pasa en todos los lados con los políticos ¿o no?).



¡¡Explendido dia chichicastenangueño!!.

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