Cafayate

29.04.2009:

Hoy toca la otra parte del valle de Lerma: Cafayate. Se pasa por el valle entre plantaciones de tabaco con los manojos de enormes hojas colgados de las cercas para su secado. Luego se desemboca en la Quebrada de las Conchas, así llamada por la cantidad ingente de sedimentos marinos que hay por doquier. Los paisajes son tan esplendidos y de una policromía tan impresionante como en las otras quebradas, la de Humahuaca, etc..


Lo único diferente es que Cafayate es la sede de varias bodegas de vino y todas hacen recorridos gratuitos por sus instalaciones y después te dan a catar sus caldos: el Torrontes, el Merlot, el Cabernet y algún otro varietal francés. La verdad es que solo me han gustado los vinos dulces de una bodega orgánica elaborados con uva moscatel de Corinto (lo que no me ha impedido probarlos todos -y alguno varias veces-, ya se sabe: ".. de lo que no cuesta, se llena la cesta").



De regreso pasamos por un sitio llamado "La Yesera", una montaña con unas vetas de diferentes colores realmente impresionantes, tanto por la diversidad de colores en la misma pared como por su intensidad y diferentes capas (y yo sin batería en la cámara desde hace una hora porque se me olvido cargarla anoche).



En la cima del mirador hay un cartelito que reza: ".. Para los que miran sin ver la Tierra es tierra, no más" (A. Yupanqui). Una frase genial colocada en el lugar idóneo.

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