20 y 21.08.2009:
Bocas del Toro es un destartalado poblachón de casitas de madera de dos pisos con balcones grandes. Los habitantes, negros en su gran mayoría, tienen como lengua materna una especie de ingles (ingles caribeño le llaman) debido a que fueron traídos por la infausta compañía bananera norteamericana "United Fruit Company" desde las Antillas y las Guayanas inglesas para el cultivo del banano (esta compañía estuvo ligada a los peores episodios de manipulación política e intervencionismo por parte de los EE.UU. en toda Centroamérica, en las entonces llamadas "repúblicas bananeras").
Ahora viven "teóricamente" del turismo. Lo de teóricamente lo entrecomillo porque a pesar de las docenas y docenas de hoteles, agencias, bares, restaurantes, super, etc., no he visto en ellos ni un solo trabajador local (indios Gnobe Guble o negros antillanos). Todos los supermercados son, sin excepción alguna, de los chinos, los bares y restaurantes de los europeos y las agencias y los hoteles de los norteamericanos. ¡Van de colonización en colonización: de bananeros/negreros a turistas... y tiro porque me toca!.
No hay absolutamente nada que desee un adolescente norteamericano, europeo o japones que no se pueda hacer aquí: desde deportes extremos a comas etílicos (algunos bares hacen competencias para ver quien toma mas y el premio... mas alcohol) pasando por clases de salsa, guerrilla en la selva con fusiles que disparan balas de pintura, ete., etc. y, por supuesto, todo lo relacionado con las vacaciones de sol, arena y surf (que en inglés suena mejor: sun, sand y surf y que esta publicitado por todas partes).
La fama del archipiélago es justificadísima pues es un verdadera joya con selvas vírgenes, playas perfectas, barreras de coral, aguas cristalinas, etc., etc., etc.. No se lo que va a durar así de natural y salvaje pues, debido quizás a la desidia local, están proliferando las grúas, tractores, etc., aplanando la selva para construir hoteles (la cadena Pizza Huts ha comprado media isla... mala señal).
He visitado la isla de Bastimentos por la mañana pero he tenido que desistir de hacerlo andando por los senderos de la selva. La tormenta tropical de días pasados ha dejado los caminos poco menos que impracticables: barro a tope, troncos de palmeras caídos, montañas de ramas de palmera en el suelo y en las vaguadas toneladas de todo lo que el agua fue arrastrando, así que me he vuelto a la isla Colon y he visitado una preciosa playa llamada de las "estrellas" (y no porque se bañen en ella en bolas algunas famosas, sino porque esta plagada de estrellas de mar): ¡cientos y cientos de estrellas salpicando las arenas poco profundas en grupitos!. ¡Una pasada!.
Como se anuncian de nuevo lluvias intensas, mañana me piro para Costa Rica, a ver si allí me pongo a "secar" o me sigo calando. Ya veremos.
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