PETRA Y LOS NABATEOS

Casi todo el mundo sabe que Petra es una antigua ciudad que fue excavada en la roca viva por los Nabateos, pero ... ¿quienes eran los Nabateos?.

Los Nabateos eran antiguas tribus procedentes de la Península Arábiga que llegaron y se asentaron al sur de Jordania hace mas de 2.200 años. Anteriormente a su asentamiento en Jordania vivieron al noroeste de Arabia, una zona estrategicamente situada en las antiguas rutas comerciales que unían China y la India con las ciudades y puertos mediterráneos (la Ruta de la Seda) en donde se dedicaban al negocio de las caravanas por lo que estaban abiertos a las influencias de las principales culturas extranjeras. Esta actividad creció con el tiempo a medida que se extendía su área de influencia hacia el sur de Jordania.

En Petra se sedentarizaron pero seguían siendo los indiscutibles amos de las rutas comerciales del desierto cobrando peaje y dando protección a las caravanas cargadas de incienso y mirra arábigas, especies y sedas indias, marfil y pieles de animales africanos, etc..

Los beneficios obtenidos con el negocio de las caravanas les permitió establecer y organizar un poderoso reinado que se extendía hasta Damasco e incluía parte de los desiertos del Sinai y el Negev.

Los Nabateos eligieron un lugar recóndito escondido en las entrañas de las montañas del desierto para fundar su capital, Petra, una de las ciudades mas extraordinarias de Oriente Medio. En el año 106 d.C. el reino Nabateo fue anexionado al Imperio Romano, pero Petra y la civilización nabatea siguieron floreciendo y prosperando durante muchos años mas, hasta que sus fuentes de riqueza empezaron a mermar debido a la sustitución de las rutas comerciales.

A causa de los contactos exteriores que su negocio les proporcionaba los Nabateos estaban abiertos a las influencias culturales de otros pueblos y culturas, las absorbían y le añadían su propio toque nativo. El resultado final es Petra, una maravillosa mezcla cultural entre el arte clásico (grecorromano), el egipcio, el mesopotámico etc.

Esta remota ciudad es, sin duda, uno de los grandes tesoros arqueológicos del mundo. Es la atracción mas importante y famosa de Jordania. La mayor parte de los atractivos de Petra procede de sus impresionantes montañas de arenisca multicolor. Es un lugar aislado de escarpadas laderas rocosas y cimas recortadas sobre profundos acantilados. Naturaleza y arquitectura (una vez mas unidas por la mano del Hombre) concurren para darle un aura mítica a este lugar.

Talladas en las elevadas paredes multicolores de arenisca las impresionantes fachadas de sus grandes templos y tumbas son un maravilloso testimonio del genio creador de estos pueblos del desierto. Las innumerables sombras que se proyectan en sus cañones unidas  a las luces que van tiñendo las coloridas vetas de sus paredes, según el sol va cambiando, son casi tan espectaculares como sus edificios (a Petra merecería muchísimo la pena venir aunque no tuviera un solo monumento nabateo. Sus montañas, acantilados, cañones y valles son de una belleza sobrecogedora). Petra es conocida como la "Ciudad Rosa" pero este calificativo no hace justicia a la extraordinaria gama de colores de sus rocas que tienen toda la gama de ocres, rojos, naranjas, marrones, rosados, etc..

Esta ciudad palpitaba de vida con sus calles pavimentadas, sus terrazas agrícolas, sus sistemas de canalización (eran unos maestros de  la ingeniería hidráulica) obras de arte, templos, teatros, etc.. Pero, tras alcanzar su punto culminante en la Historia, Petra fue abandonada gradualmente y después del siglo XIV se perdió totalmente en el desierto hasta que en el 1.812 un viajero suizo, Johann L. Burckhards la redescubrió para delicia de los que, desde entonces, la hemos disfrutado.

¡¡Maravillosa Petra!!. 

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