En ocasiones he lamentado el estar viajando por algunos sitios en temporada baja. Pocos viajeros (o ninguno en algunos casos) provoca que ciertas excursiones o visitas se encarezcan o que, como me ha pasado hoy en Wadi Rum, se suspendan lineas de autobuses por falta de aforo. Desde este remoto aldea de Rum había solo dos posibilidades de salir de allí: un solo autobús para Wadi Musa y otro para Aqaba ...¡y ninguno de los ha querido salir hoy al ser yo el único pasajero! (lógico, pues al no ser autobuses de linea regular -son autónomos- no les resulta rentable).
Para salir de allí he tenido que hacer (después de mas de una hora esperando que pasara algún vehículo que quisiera llevarme) dos veces auto-stop hasta llegar a la "Carretera del Rey" (por donde pasan frecuentes autobuses para Aqaba desde Amman y viceversa). Después de estar mas de una hora al sol sin que parara ninguno (porque, al parecer, iban llenos y, supongo yo que al ser minibuses y verme con mi "mochilón" habrán decidido no parar) he tomado el primero que me paró sin saber adonde iba. Resulta que iba a un pueblo llamado Tafila (del que no había oído hablar ni visto en el mapa de Jordania) desde donde he tomado otro que me llevó a la "Reserva Natural de Dana".
¡¡Una odisea que me ha costado casi cinco horas para hacer poco mas de 100 kms.!!.
Pero, por contra, en otras ocasiones la falta de personal es una ventaja. Desde Petra había contratado un "tour" de dos días y una noche por el desierto de Wadi Rum y, al llegar, ¡resulta que estaba solo yo!. ¡Todo el jeep y el guia para mi solito!.
He disfrutado como un enano de la experiencia. Al estar yo solo con el "guía-conductor-cocinero" me ha llevado a un montón de lugares que no suelen visitarse en grupo (según él, en grupo la gente va muy despacio y no da tiempo a visitar mucho, pero con una o dos personas la cosa cambia).
El desierto de Wadi Rum (a pesar de ser bastante visitado en temporada alta -en primavera- y gracias a que fue declarado "Reserva Natural") conserva un paisaje puro, inmaculado y, sobre todo, majestuoso. Este es un lugar muy especial en el que parece que el tiempo se ha detenido, prácticamente inalterado por el hombre y sus fuerzas destructivas. Aquí, el agua y el viento han labrado los imponentes y elevados "yebels"(el mas alto de 1.750 metros s.n.m. siendo la montaña mas alta de Jordania), que con tanta elegancia describía el mas famoso de los personajes asociado a este lugar: T.E. Lawrence (más conocido como "Lawrence de Arabia"): “Inmenso, solitario... como tocado por la mano de Dios”. También conocido como "El Valle de la Luna", este es el lugar en el que el príncipe Faisal Bin Hussein y T.E. Lawrence establecieron su sede durante la Revolución Árabe contra los otomanos en la Primera Guerra Mundial; sus hazañas están íntimamente ligadas a la historia de este impresionante lugar (que mucha gente conoce aunque no hayan estado jamas aquí debido a que aquí se rodaron muchas escenas de la peli de "Lawrence de Arabía" interpretada por Peter O´Toole).
Sus atardeceres y amaneceres, sus dunas de arena roja, sus "yebels" y la magia que desprenden hacen de la visita al desierto de Wadi Rum una experiencia memorable y un recuerdo inolvidable.
A la caída de la tarde (tras una increíble puesta de sol desde lo alto de un "yebel" -una especie de colina o montaña rocosa-) hemos preparado la cena en una hoguera (previamente habíamos recolectado unos pocos arbustos secos de un lugar que él conocía). El menú: arroz blanco con especies y pollo a la brasa con yohourt, pan de pita y té con menta.
Aunque los campamentos tienen una especie de casetas tipo bungalow, a sugerencia de mi guía, he dormido -igual que él hace siempre- a la intemperie con un "edredón" sobre mi cabeza de ¡¡un millón de estrellas!! (afortunadamente esa noche no había luna -cuando la hay, sobre todo si es llena, no se ven tantas). De madrugada he tenido que echarme otra manta por que tenía frío, pero de noche hacia fresquito pero no demasiado ... ¿de donde habrá salido lo de que en el desierto por la noche hace "un frio que pela"? (quizá sea en el invierno).
En fin, una experiencia "agri-dulce": maravilloso desierto de Wadi Rum y pésima infraestructura de transporte público para salir de él.
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