EL RAMADAN

Esta claro que no elegí bien las fechas para darme esta nueva "vuelta". No solo me estoy deshidratando con estos calores en estos desiertos, sino que, además, he pillado el Ramadan tanto en Turquía (los ultimos dias) como en Irán y, ahora, en Egipto.

El Ramadan no es solo cuestión de ayunar un mes durante las horas diurnas, ni afecta solo a los musulmanes. El país entero queda totalmente afectado y afecta, lógicamente, a todos los que estamos en él. Los horarios de todos los lugares que interesan a un visitante: museos y lugares de interés (arqueológicos, templos, etc.) quedan reducidos a unas pocas horas por la mañana, con lo que, para ver lo mismo, tienes que duplicar el tiempo a emplear para verlos. 

Hasta la puesta de sol no encuentras ningún sitio donde poder comer (y cuando ésta se produce tampoco porque se llenan hasta rebosar de gente y tardan horas en servirte), así que llevo días "atascandome" de pistachos y dátiles a la hora de comer y hacerlo a "escondidas" (me da "cosa" ponerme a comer delante de ellos sabiendo que están en ayunas).

Ademas, tengo para mi, que a la gente durante esta época le cambia el humor .. ¿cómo podrán aguantar sin beber tantísimas horas con el calor que hace? (aquí amanece antes de las cinco de la mañana y no oscurece hasta casi las ocho de la tarde). No es extraño, por tanto, que por donde pases durante el día la gente este como "hibernada" (¡¡en plena canícula!!), sentada a la sombra y como esperando .. sin hacer nada. Hasta una hora, o así, antes de la puesta de sol no hay casi nadie andando por la calle y, al estar las persianas de los comercios cerradas (cierran al mediodía) da la impresión de ser "ciudades fantasmas" (sobre todo en El Cairo que, ya de por si, lo parece por el abandono en que esta y la capa de medio metro de polvo que acumulan sus casas y calles).

Aunque, he de reconocer, que en los primeros días del Ramadan me impactaron tanto las escenas que se dan al romper el ayuno que salia a la calle a ver el "espectáculo" de miles de personas en cualquier lugar sentadas en las terrazas de los puestos callejeros de comida y restaurantes (encargan, con la suficiente antelación, la comanda para tenerla lista -y no perder un segundo- cuando desde los minaretes y por los miles de altavoces que hay en cada lugar -para recordarles los cinco rezos diarios- anuncian el crepúsculo) y verlos empezar a beber y a comer todos a una (me recordaron mis viejos tiempos del colegio cuando, en el comedor, sentados y en silencio y una vez servido el primer plato, nos "autorizaban" a comer y nos lanzábamos a ello gran estruendo de cucharas). Es todo un espectáculo ver como, a la hora indicada, los coches paran a la orilla de donde estén: calles, carreteras, etc., sacan su alfombrita y se ponen a comer en medio de la acera, en una rotonda, en el parque, etc. (he visto a varios barrenderos formar una especie de circulo con sus carritos -como hacían los del Oeste cuando atacaban los indios- y ponerse a comer en medio del circulo ¡¡rodeados de sus cubos de  basura!!). Hay gente que se pone en las calles ofreciendo dátiles y agua a los conductores que están conduciendo y no pueden romper el ayuno a esa hora (incluso al coger el metro un día a esa hora el taquillero me ha dado un paquetito con tres dátiles). Ya digo ... ¡¡todo un espectáculo!!.

Es entonces, una vez comidos y bebidos, cuando vuelven a abrir sus comercios (a la hora en que en cualquier otra época del año los cierran) y la ciudad recobra, en apenas una hora, su normal y frenética actividad. Los coches ¡¡que habían desaparecido del centro de las ciudades!! vuelven a inundar calles y avenidas con el típico y atronador concierto de bocinas y tu vuelves a "jugarte la vida" intentando cruzar cualquier calle (por mas que el "muñequito verde" diga que puedes pasar). Es una especie de lucha de poder entre los peatones ¡que no parecen temer por su vidas .. porque no se apartan ni mueven! y los coches, motos, autobuses, etc., que parece que no van a parar aunque te arrollen (a todo esto en cada esquina -y viendo la jugada- hay un guardia ¿regulando? el tráfico ... ¿les pagaran por ese curro?).

En fin que no hay peor ayuno que el que te imponen otros (quizás por eso fallen tanto los regímenes de adelgazamiento). 

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