EL CAIRO

Yo  creo que todo el que haya estado en El Cairo convendría conmigo en que si algo define (aparte de las famosas pirámides de Keops) a esta gigantesca ciudad (con 23 millones de habitantes deber ser una de las mas grandes -y, consecuentemente, de las mas inhóspitas- del planeta) es EL INFERNAL TRÁFICO que soporta (lo del "soportar" es literal). Pero no es solo que haya muchísimos coches (también los hay en Nueva York, o Tokio o Pekin, etc.) es que aquí van "como locos" en una especie de "rallye" o "jincana" urbana a ver quien corre mas; quien se salta mas semáforos en rojo; quien toca mas fuerte y durante mas rato el claxon; o quien asusta a mas peatones.

Yo que no soy nada timorato con esto del tráfico (estoy "curtido" en mil batallas urbanas en ciudades de América Latina, India, Vietnam, Irán, etc. -en cuyas ciudades "se las traen" con esto del tráfico) pero es que lo de El Cairo es "para nota". De lo peligroso que resulta dan fe la inmensa mayoría de los coches que están llenos de abolladuras, arañazos, raspones, etc.  por todos lados.

Trafico aparte (y haciendo abstracción de algún detalle "nimio" como la tremenda suciedad de las calles o la eterna capa de polvo que el desierto -que la rodea como amenazándola con tragársela- lleva acumulando siglos en sus calles y edificios) el Cairo es una ciudad apasionante, que atrapa a poco que (insisto en lo de la "abstracción") te dejes llevar por esa especie de marea humana que abarrota sus calles (en esta época de calor y Ramadan tiene que ser después del crepúsculo) en un continuo reflujo hacia todas partes. Siglos de Historia y diferentes ocupaciones han hecho de esta ciudad una mezcla de diferentes estilos arquitectónicos mezclados sin orden ni concierto que le dan un "puntito" a la ciudad (dado su pésimo estado de conservación) como de "old fashion" (o como se dice ahora "vintage").

Para mi, aparte del legado faraónico y el asombroso Museo Egipcio, lo mejor de El Cairo es su "barrio islámico", no solo por las joyas arquitectónicas que encierra, también por su ambiente y autenticidad. Aquí puedes ver mezclados sin aparente contradicción al vendedor de baratijas sentado en el suelo con su escasa y barata mercancía junto a una joyería que te deslumbra el escaparate por el brillo que refleja el amontonamiento de oro en él, o al reparador de cazuelas y palanganas (¿os acordáis de los antiguos paragüeros lañadores?) junto a una tienda con esplendidas antigüedades y artesanías o el mozo de cuerda cargando enormes fardos sobre su cabeza y espalda pasando junto a un vendedor de loza con las alforjas de su diminuto borriquillo a reventar de mercancía (¡el que no se cómo no revienta es el pobre rucio con esa carga!) y viendo todas estas escenas docenas de viejecitos sentados impertérritos  viendo pasar la vida y las gentes mientras van desgranando las cuentas de sus rosarios continuamente (vestidos con sus chilabas y sus turbantes es una estampa que bien podría ser de hace varios siglos) y, sobre todo, sus esplendidas mezquitas. 

En este viaje debo llevar vistas varios cientos de mezquitas, desde las diminutas de puro adobe de los pueblos del desierto a las gigantescas y riquisimamente decoradas de Iran o aquellas majestuosas de Estambul, sin olvidar las exquisitamente azulejeadas de Uzbekistan. Las de El Cairo son totalmente distintas. No tienen la riqueza material de las iranies ni la majestuosidad de las turcas ni producen el efecto visual de las uzbecas ni rezuman la espiritualidad de los mausoleos de los santos chiies, pero tienen algo especial. Son de piedra y austeras pero tienen algo como mas autentico (quizás eso me parece a mi por el "exceso" de color y ornato de otras que he visto y que, en alguna ocasión, me ha dado la impresión de ser mas una especie de "parque temático" del Islam que un lugar de culto y recogimiento).

En esto de las mezquitas de El Cairo se lleva la palma la de Al-Azhar (en donde han intentado "convertirme" al Islam). Construida en el 970 d.C. como lugar de oración y enseñanza coránica. La universidad de Al-Azhar, contigua a la mezquita, lleva mas de mil años formando a generaciones de estudiantes islámicos de todo el mundo.

Uno de esos profesores islámicos de la universidad, al verme deambulando por allí, me "ha tirado los trastos". No para "llevarme al huerto", sino a la causa del Islam. No es la primera vez que lo intentan. Ya me ocurrió otras veces y estaba "preparado" para la ocasión (no como la primera vez en una mezquita del barrio musulmán de Nueva Delhi, en donde "me pilló en bragas"  el imán de la mezquita -con una pinta de "talibán" que tenía que "acongojaba"- y no supe por donde salir. Al responde a su pregunta sobre que no era musulmán ni cristiano, sino mas bien ateo, me sacó un Coran me lo puso entre las piernas y empezó a "convertirme" con el "solido argumento" de que Alla era el Único Dios ... luego .. tú mismo). En esta ocasión el profesor islámico era radicalmente distinto (un chico de unos treinta y tantos vestido "normal" y formado academicamente en Inglaterra) me ha sacado un montón de folletos en español para apoyar su discurso sobre porque hay que ser/hacerse musulmán. Tanto la media hora de "aleccionamiento" como el resumen de los folletos que me dio pueden resumirse en lo que ya me dijo el "talibán indio": "Alla es el Único Dios y Mahoma su Profeta" ... o sea que ... ¿cuando te apuntas?.

He quedado en pensármelo ... pero con calma. Al final le he dejado algo decepcionado por no haber logrado "salvar a un infiel", pero aún así me ha pedido hacerse una foto conmigo ... ¡Yo encantado!.           

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