TIRANA, la capital, no es gran cosa comparada con otras capitales europeas. Es una ciudad curiosa, tranquila y agradable
Tirana es la capital de Albania desde 1920, es una pequeña ciudad que se puede recorrer a pié completamente. La arquitectura de la ciudad es una mezcla entre ruinas romanas, edificios otomanos bastante bien conservados y estructuras aburridas soviéticas.
El corazón de la ciudad es la plaza Skënderberg donde se levantan los principales monumentos y museos de la ciudad. El monumento a Skanderberg, de 1968, preside la plaza. La cercana torre del reloj o Kulla e Sahatit de 35 metros de altura y la cercana mezquita de Et'hem Bey son dos visitas ineludibles se encuentran en la zona sur de la plaza.
En el lado norte de la plaza se encuentra el Museo Nacional de la Historia y el Palacio de la Cultura. El Museo Nacional de Historia construido en 1981 tiene un mosaico en la fachada principal llamado “los albaneses”. El Palacio de la Cultura, que incluye Teatro de la Ópera y Ballet Nacional y la Biblioteca Nacional, es el centro de la cultura albanesa y sin duda un complejo interesante.
En el tiempo que hemos estado aquí hemos deambulado tranquilamente por ella visitando sus museos, bazares y mercadillos, su lago y la vecina ciudad de Skodra con su interesante castillo. No es mucho, pero ha estado bien.
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