"El país más pobre de Europa". "Etiopía en Europa". "El patio trasero de Europa".... "Un país todavía secreto". "Albania, la desconocida". "Albania: hermosa, pequeña, diferente" ... A través de estos eslóganes se podría ilustrar cómo se ha ido transformando, en las últimas décadas, la imagen de Albania. Los primeros son titulares de noticias publicadas en periódicos españoles hace unos cuantos años; los otros son las frases que ilustran los folletos elaborados por el Ministerio de Turismo albanés más recientes.
Los tópicos albaneses, tradicionalmente negativos: mafia, aislamiento, pobreza, etc., están siendo sustituidos lentamente por otros mas reales: hospitalidad y autenticidad, paisajes estupendos y paisanaje curioso.
Albania cuenta con hermosas playas, enormes y frondosas montañas, ríos, preciosos lagos, bosques y algunos de los pueblos más hospitalarios de Europa, así como Butrint y Berat dos maravillosos lugares (uno arqueológico y el otro una población) declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Al no estar, todavía, muy explotada turisticamente, por lo general, en taxis, comercios, bares o restaurantes ni te timan, ni lo intentan. La picaresca del estafador de guiris todavía no ha afectado a sus habitantes. Los albaneses son "buena gente" y, al parecer, siempre intentan ayudar.
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