Atenas, a pesar de la aparente calma y tranquilidad de que disfruta en los días en que hemos estado en ella, es una ciudad que parece estar como a la espera de que "algo" suceda. Nadie parece estar contento con la situación (¡no es para menos!): los partidarios del NO porque se sienten engañados y los del SI por que saben lo que les espera. La ciudad entera es una especie de cartel gigantesco en cuyas paredes hay miles de pasquines, proclamas, posters, graffitis, octavillas, etc., convocando a no se cuantas cosas: manifestaciones, reuniones, protestas, encuentros, charlas, etc., etc..PERO .. ¡la vida sigue! y somos miles los visitantes que, en manada, acudimos a visitar sus maravillosas ruinas que nos hablan de la Grecia que fue y no de la que, por desgracia, es.
Y GRECIA LO FUE TODO. Si bien Grecia no es solo Atenas (mucho menos en la época gloriosa en que cada ciudad-estado que componía la actual Grecia era soberana), sí, de alguna manera, la representa. Atenas que fue habitada desde el Neolítico es considerada la capital histórica de Europa y es una de sus ciudades mas emblemáticas.
Durante su larga y fascinante historia esta ciudad alcanzó el cenit de su gloria y civilización en el siglo 5º a. C. en lo que se conoce como "La Edad Dorada de Pericles" cuando sus valores y civilización adquirieron una significación universal y una gloria que aún hoy perdura. Pensamiento político, teatro, arte, filosofía, ciencia, arquitectura así como otras formas de pensamiento intelectual alcanzaron las mas altas cotas de desarrollo en un periodo de riqueza intelectual única en la Historia del Mundo.
Es por eso que se considera a Atenas como la cuna de la civilización occidental. Una gran cantidad de ideas y conceptos surgieron de sus pensadores y ciudadanos, y aunque solo nos hubieran legado una de ella .. LA DEMOCRACIA, sería una de las mayores -si no la mayor- contribuciones de un pueblo a la Humanidad.
Es por eso que, intentando abstraerme de su situación actual, espero disfrutar a tope de este país y de esta maravillosa ciudad. Sobre todo ahora que estoy viajando con mi hijo Alberto (otro regalo que su madre y yo hacemos a la Humanidad).
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