En el autobús que me llevada desde Khasan a Isfahan tenia como compañero de asiento a un chico joven que cuando comprobó, por lo que yo estaba leyendo, que no era iraní, entabló conversación conmigo. En un principio yo suponía que se trataba de mera curiosidad o de una oportunidad para él de practicar su inglés. Pero cuando, después de un buen rato de charla, llegamos a la estación de autobuses se ofreció a ayudarme a buscar hotel en la ciudad. Así que tomamos un taxi para el centro (yo suponía que él llevaba mi misma dirección o, al menos que no le venía mal -luego me enteré que vivía en la otra punta de la ciudad). No me dejo pagar mi parte, se cargo al hombro mi mochilón y empezó a llevarme a visitar hoteles (después de llamar a un amigo que trabajaba en una agencia de viajes y que tenia información sobre hoteles). Visitamos dos y al tercero (¡¡que fue el que a él le gustó para mi!!) empezó a regatear en mi nombre con el recepcionista hasta que me consiguió un 20% de descuento (aunque sobre el precio que aparecía en un cartel en la recepción era cerca de un 50%).
Le agradecí la gestión infinito, le di mil veces las gracias (en español, en ingles y en farsi) pero hasta que no me dejó en la habitación no se despidió. Mi sorpresa fue cuando, un par de horas después, me llama el recepcionista para que baje por que tengo un mensaje. ¡¡Era Mohammed -que así se llamaba- para invitarme a una "fiesta en el parque" para esa noche y que me pasaría a recoger por el hotel a las 10 de la noche!!.
A esa hora ya me estaba esperando en la recepción. Montamos en su coche y me llevó a su casa. Me presento a su encantadora mujer (embarazada de 4 meses me contó ella -que hablaba mejor inglés que él-) me enseñaron toda la casa, me dieron una taza de té y nos fuimos "al parque" (que es el hobby preferido de los iranies, sentarse por la tarde-noche en el césped del parque y cenar sobre una alfombra). Me extrañó que ese parque estuviera tan lejos de la ciudad pero resulta que se trataba de la casa de campo de una pareja amigos suyos en donde, me comentaron, podían "hacer de todo": poner música alta (me comentan que como no hay discotecas ellos se la montan en casa), beber "con moderación" -me comentan que el 60% de los adultos se echan algún tragito- sin emborracharse nunca me recalcan y siempre en privado- de un licor casero de uvas (yo creí que era mosto o algo asi, pero es una especie de aguardiente-orujo casero con bastantes grados). ¡¡Y dicho y hecho: nos servimos unos chupitos y luego otros y luego otros....!!
Sacaron la cena (que habían hecho en mi honor) y después encendieron los carbones para hacer una "sissha" o "nargille" (la clásica pipa de agua) pero que le tuvieron que echar algo mas que tabaco porque colocaba un poco (o sera que yo llevaba 30 años sin fumar, no se).
A todo esto sus dos mujeres vestidas como si fueran de cualquier lugar occidental (sin pañuelos, chadores, etc., bastante maquilladas y monisimas ellas) fumando "sissha" igual -la embarazada solo le pego un par de caladillas por aquello del feto-.
En fin una maravillosa noche de marcha, pic-nic, asadero, botellón o como quiera llamarse con unos amigables iranies que me borraron, de un plumazo, cualquier duda que pudiera tener sobre el futuro de este maravilloso país. Ellas dos trabajaban, una en Irán Telecom y la otra, junto con su marido en un concesionario de coches que tienen y mi "amigo" es consultor en una empresa de ingeniería. Si esta es la clase media destinada, en un futuro cercano, a sustituir a los "ayatolas", "imanes", etc., me consuelo pensando que, cuando mi nieto viaje a Irán, no tendrá que lamentar ese desfile patético de "mujeres de negro" por las calles y solo tendrá ojos para las maravillas de este país entre las que , sin la menor duda, ESTÁ SU GENTE.
Le agradecí la gestión infinito, le di mil veces las gracias (en español, en ingles y en farsi) pero hasta que no me dejó en la habitación no se despidió. Mi sorpresa fue cuando, un par de horas después, me llama el recepcionista para que baje por que tengo un mensaje. ¡¡Era Mohammed -que así se llamaba- para invitarme a una "fiesta en el parque" para esa noche y que me pasaría a recoger por el hotel a las 10 de la noche!!.
A esa hora ya me estaba esperando en la recepción. Montamos en su coche y me llevó a su casa. Me presento a su encantadora mujer (embarazada de 4 meses me contó ella -que hablaba mejor inglés que él-) me enseñaron toda la casa, me dieron una taza de té y nos fuimos "al parque" (que es el hobby preferido de los iranies, sentarse por la tarde-noche en el césped del parque y cenar sobre una alfombra). Me extrañó que ese parque estuviera tan lejos de la ciudad pero resulta que se trataba de la casa de campo de una pareja amigos suyos en donde, me comentaron, podían "hacer de todo": poner música alta (me comentan que como no hay discotecas ellos se la montan en casa), beber "con moderación" -me comentan que el 60% de los adultos se echan algún tragito- sin emborracharse nunca me recalcan y siempre en privado- de un licor casero de uvas (yo creí que era mosto o algo asi, pero es una especie de aguardiente-orujo casero con bastantes grados). ¡¡Y dicho y hecho: nos servimos unos chupitos y luego otros y luego otros....!!
Sacaron la cena (que habían hecho en mi honor) y después encendieron los carbones para hacer una "sissha" o "nargille" (la clásica pipa de agua) pero que le tuvieron que echar algo mas que tabaco porque colocaba un poco (o sera que yo llevaba 30 años sin fumar, no se).
A todo esto sus dos mujeres vestidas como si fueran de cualquier lugar occidental (sin pañuelos, chadores, etc., bastante maquilladas y monisimas ellas) fumando "sissha" igual -la embarazada solo le pego un par de caladillas por aquello del feto-.
En fin una maravillosa noche de marcha, pic-nic, asadero, botellón o como quiera llamarse con unos amigables iranies que me borraron, de un plumazo, cualquier duda que pudiera tener sobre el futuro de este maravilloso país. Ellas dos trabajaban, una en Irán Telecom y la otra, junto con su marido en un concesionario de coches que tienen y mi "amigo" es consultor en una empresa de ingeniería. Si esta es la clase media destinada, en un futuro cercano, a sustituir a los "ayatolas", "imanes", etc., me consuelo pensando que, cuando mi nieto viaje a Irán, no tendrá que lamentar ese desfile patético de "mujeres de negro" por las calles y solo tendrá ojos para las maravillas de este país entre las que , sin la menor duda, ESTÁ SU GENTE.
Hola Pepe:
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato sobre el encuentro ¿casual? que has tenido con esos nuevos amigos iraníes y comparto tus reflexiones finales. Cuántas opiniones -sin fundamento- nos formulamos sobre zonas de nuestro mundo que desconocemos y que luego la realidad se ocupa de poner en su sitio; el caso que nos cuenta es un claro ejemplo.
Insisto, me alegró mucho leerte de nuevo y más en ese agradable ambiente en el que has compartido esa visita a Isfahan.
Un abrazo,
Poli.
Hola Poli:
ResponderEliminarSi, el encuentro fue casual (eramos compañeros de asiento en el autobus) y, por supuesto, doy por descontado que no todos los iranies son asi, pero me reafirmo en mis reflexiones finales sobre el futuro (espero que inmediato) de este pais, Un pais con gentes como esas no merece dirigentes como esos.
Un fuerte abrazo,
Pepe
Que experiencia, digna del maravilloso ser q llevad dentro
ResponderEliminarGracias bellotital... se ve que es amor de madre.
EliminarBesos
Que experiencia, digna del maravilloso ser q llevad dentro
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