del 23 al 31/12/2011
Como el lugar nos ha gustado, a Chus y a mi, nos vamos a quedar aquí varios días mas para descansar y visitar los alrededores, en especial los "Backwaters" de Kerala.
Uno de los días hemos ido, con un chico belga encantador que habla español, a una bellisima playa kilométrica con millones de cocoteros en sus orillas. Un sitio espectacular. Pena de calor africano que hacía y de que no hemos podido comer, como era nuestra intención, algo de pescaito fresco porque ... ¡tanto los hosteleros como los pescadores estaban de huelga!. Cosa, al parecer, común por este estado de Kerala, en donde los trabajadores parecen concienciados y bien organizados.
Esto no es casual ni gratuito. Este estado tiene a honra, no sólo el haber sido el primer estado en conseguir su independencia de Inglaterra, sino de ser el primer ¡y único! estado en el mundo en donde, por sufragio universal y en elecciones libres, fue elegido democraticamente un gobierno comunista (en el resto de países: Rusia, China, Cuba, Vietnam, etc, siempre fue mediante revoluciones y/o guerras).
Otra de las peculiaridades de esta zona de la India es que ... ¡los hombres llevan faldas (el lungi) y las mujeres, casi todas, pantalones (aunque debajo de una especie de bluson)!.
Fruto de los casi 50 años de régimen socialista democraticamente renovado elección tras elección (hace dos años gano el partido clásico de India, el Nacional), es que aquí el 93% de la población esta alfabetizada (contra apenas un 50% en algunos estados indios), el sistema sanitario es mejor que la media nacional y sus trabajadores tienen conciencia de clase (que, digo yo, podían haber ejercido un día después y así hubiéramos podido comer algo de pescadito en vez de una especie de bollo con un huevo dentro que es lo único que encontramos para hincarle el diente).
¡En fin, todo sea por la clase trabajadora!.
Otro día fuimos de excursión por los Backwaters (especie de canales acuáticos que ocupan mas de 900 kilómetros por esta zona y que eran la vía de comunicación habitual de los lugareños antes de lo de las carreteras). El viaje fue a bordo de una canoa de madera y propulsada por dos paisanos con una pértiga estilo gondolero. Silencia absoluto, placida lentitud, paisaje idílico, aguas tranquilas y cristalinas, viendo como discurre la vida del lugar en sus orillas: lavando la ropa las mujeres, pescando o cortando pasto para los animales los hombres, jugando y bañándose los niños, comida local bajo un cocotero (servida en una hoja de platanera),etc., etc.
¡Para quedarse a vivir aquí!.
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