11.12.2011
Después de toda una noche de autobús-cama (son autobuses de dos alturas que, en vez de asientos reclinables, tiene camas literas de uno y dos cuerpos tanto arriba como abajo y en ambos pasillos del bus, con sus colchoncitos, sus mantas y su cortinita para aislarte del vecino) llegamos a Aurangabad, otra ciudad sin mayores alicientes (salvo una mediocre imitación del Taj Mahal -cualquier imitación de ese maravilla ha de ser mediocre- a la que llaman, para su desgracia, el "Taj Mahal pobre") y unas enormes ruinas de un gran fuerte en sus afueras y, eso si, dos sitios cercanos que tienen un gran atractivo: las cuevas de Ajanta y Ellora.
En esta ciudad, el pobre "Taj Mahal pobre" fue erigido en honor de la esposa del ultimo gran emperador mogol, Aurangzeb (del que la ciudad toma nombre) por el hijo de ambos Azam Shah.
Lo que mas llama la atención del enorme edificio no es su similitud con el "otro" Taj Mahal" (al que, evidentemente, se parece pues fue hecho a imitación), sino la historia tan interesante y dispar que rodea a las tumbas de esta regia pareja. La del gran emperador Aurangzeb en una tumba sencilla bajo una lapida de adobe en el patio de una mezquita (este hombre era un devoto musulmán practicante) pidió ser enterrado en una tumba sencilla que fuera construida con el dinero que hubiera ganado en vida con su "trabajo" remendando bonetes musulmanes (un gorrito que se ponen, sobre todo en las mezquitas, los hombres). ¡Que tío mas majo!.
En cambio su esposa se construyó este enorme mausoleo de mármol que (de no ser por la injusta comparación que se hace con esa perfecta joya que es el Taj Mahal autentico, el de Agra), debiera ser considerado como una auténtica maravilla y no "el hermano pobre" del otro.
¡Pobre Taj Mahal pobre!.
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