del 19 al 23.11.2011
Hemos pillado un barquero llamado Hanuman (como el dios mono hindú) que al principio del recorrido por el río Ganges no abría la boca (lo que era de agradecer pues el silencio y la niebla espesa parecen hechos el uno para el otro). Nos va remontando río arriba muy, muy despacio.A esa hora hace bastante frío y la humedad te cala, pero estoy a gusto. En un punto del recorrido nos aborda, desde otra barquita, una niñita (que días después supimos que se llamaba Pink) que nos vende dos cestitas con flores y una vela encendida para hacer nuestra ofrenda a la diosa Ganga. A pesar de mi manifiesta incredulidad deposito la ofrenda en el río y, en ese momento, me acuerdo de mis padres, a quienes encomiendo a las deidades del río, sean las que sean.
El motivo del silencio del barquero no era otro que llevar la boca llena de betel (un ungüento que hacen machacando la nuez de betel y la envuelven en una hoja con otros cosas mas). Cuando el mejunje hace su efecto Hanuman empieza a escupir un liquido rojo (del que todas las calles de la ciudad están llenas de esos escupitajos) y empieza a contarnos como se llaman los ghats por los que vamos pasando, etc.
Casi al final del recorrido nos llevó al Manikarnika Ghats para que viéramos las piras funerarias. En este punto nos volvió a abordar otro hombre, una especie de monje, para contarnos los entresijos del rito y darnos algunas cifras para ilustrarlos: se incineran en ese ghat mas de 100.000 cuerpos al año (todo un privilegio habida cuenta que hay casi 900 millones de hindúes creyentes y que, en buena lógica, deben "palmar" cada año unos cuantos cientos de miles).
Cada cremación consume entre 250 y 300 kilos de leña y tarda entre dos y tres horas en consumirse (excepto huesos como el coxis, sacro y cráneo que se echan al rió sin consumir enteramente). Nos dio el coste medio de una cremación, etc., etc., etc. Todo ello con la frialdad de un contable.
Luego nos comento que no se incineran a las mujeres embarazadas, niños, leprosos y muertos por mordedura de serpientes cobra. A estos se les ata una enorme piedra a los pies y se depositan en el fondo del río desde una barca (en esto vimos aparecer en la orilla un matrimonio joven con la minúscula mortajita de un bebe y una piedra camino del bote para hacer tan dolorosa "donación" al río).
Como es de esperar en India esto tampoco era gratis. Aquel hombre decía ser una especie de "encargado" de las "casas de la muerte" donde la gente espera su hora final y, como suelen ser pobres, y no tienen para la leña necesaria ...¡pues que cuantos kilos íbamos a donar y... "cazo al canto". Hanuman tan poco nos regalo el tiempo y su bogar tan lento obedecía a que como el paseo es de una hora y el no tuvo dos ...pues eso que quería el doble (en este caso no tuvo suerte).
Al día siguiente, de nuevo, recorrido por los ghats (en esencia Varanasi/Benares es el Ganges y sus ghats, fuera de eso ... gente a raudales, tráfico infernal, polvo y humo). Los ghats son el alma de esta ciudad. Toda la vida -y no solo la espiritual- gira en torno a esta larga sucesión de escaleras que se sumergen en el río. Aparte de los dos que sirven para las incineraciones, la gente acude a ellos para sus abluciones rituales, para lavarse, bañarse, lavar la ropa (hay un montón de lavanderos en sus orillas), hacer yoga, bañar a sus rebaños de búfalos, jugar al cricket, vender flores, darse masajes o, simplemente, pasar el rato viendo pasear a los "guiris" haciendo fotos como locos.
Todo ello en un río "milagroso" de verdad, pues ya me contareis si no es milagroso que en este río se bañen diariamente mas de 60.000 personas (en festividades especiales se cuentan por millones) en donde vierten directamente mas de 30 colectores de aguas fecales sin depurar (el agua es séptica, no contiene oxigeno. Según muestras extraídas el agua contiene 1,5 millones de bacterias coliformes fecales por cada 100 ml. de agua, cuando el agua para el baño deja de ser segura a partir de cifras inferiores a 500) ¡¡ y nadie parece enfermar!!.
Capitulo aparte merecen los "habitantes" de los ghats. Santones (falsos y verdaderos) que viven en sus orillas, duermen en sus orillas, comen en sus orillas, hacen sus necesidades en sus orillas, rezan, meditan, ofrendan, piden limosna, etc., etc. en sus orillas y que, supongo, morirán en sus orillas.
Esta es una de las ciudades por las que merodean mas sadhus y santones del mundo que decidieron no manchar su karma con posesiones o algo tan mundano como el trabajo (evidentemente estos no conocían el método mas rápido para alcanzar esos objetivos ...LA PREJUBILACION).
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