DELHI

del 17 al 21.10.2011


Hoy ¡por fin! he empezado de nuevo a pasear la mochila ... ya tenía ganas de viajar!.


El que lo haya empezado por India no ha sido ni una casualidad ni una necesidad logística, sino una decisión voluntaria que, creo, marcara de alguna manera el resto del viaje que tengo previsto hacer y que, al igual que ocurrió con el de América, no tiene ni itinerario fijo ni fecha de caducidad, aunque si una intención cierta y un deseo de recorrer parte de Asia.



India era un destino largamente esperado, deseado y ... temido. Una vez leí que India era algo así como el "Santo Grial" de los viajeros independientes. Una prueba de fuego que ponía en jaque todas las capacidades del viajero: paciencia, templanza, resistencia, capacidad de adaptación, etc., etc..



Tan solo llevo aquí unas horas y ya he tenido que poner a prueba casi todas esas virtudes o capacidades. El viaje del aeropuerto al albergue ha sido extenuante, tanto en lo físico como en la anímico.



Es tal la densidad y el caos del trafico, tal la anarquía de los conductores (de todo tipo de vehículos: autobuses, furgonetas de mil clases, coches de todo tipo y modelo, millones de bicicletas, motocicletas, richshaw, y cualquier otra cosa que lleve ruedas y pueda moverse -un muestrario infinito de "cachivaches" de lo que la necesidad y el ingenio son capaces de inventar-) que, para un europeo occidental es difícil describirlo. En un tramo de unos 500 metros estuvimos mas de una hora para recorrerlo en el taxi que nos traía del aeropuerto, soportando un calor africano y respirando un polvo que parecía gofio de lo espeso que estaba.



Todo ello por calles que te obligan a replantearte tu noción de lo que es la ciudad, el urbanismo, la urbanidad, el orden, etc., etc..Las aceras están tomadas por infinidad de personas que pululan entre miríadas de minúsculos puestecitos (algunos del tamaño de una pañuelo). La gente va como puede mezclada entre  ese "mare magnum" atropellada por los que van motorizados y arrollada por los que vienen andando en sentido contrario. 

¡¡Un espectáculo que, seguramente, solo pueda verse con esta intensidad y volumen en la India!!

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