17.11.2009:
A 30 kms. de Taxco están estas increíbles grutas que son lo mejor que he visto en cuevas y que están considerada como de las mejores de América. Sus dimensiones son difíciles de entender dando simplemente sus medidas en metros de longitud o de la altura de sus bóvedas, peor quien haya visto la "Cueva de los Verdes" en Lanzarote podrá hacerse una pequeña idea de las galerías de esta gruta.
Hay cosas que solo la Naturaleza es capaz de hacer con el concurso del tiempo y los elementos, y las grutas de Cacahuamilpa son una de esas obras de arte insuperable en la que la Naturaleza se expresa a lo largo de millones de años (están datadas de hace 85 millones de años) a través de los elementos que se han ido concatenando para ofrecer el mas bello espectáculo que, en este estilo, se pueda ver.
Para "fabricar" algo así, un rió subterráneo -el San Jerónimo- ha debido ir horadando a lo largo de miles y miles de años el interior de una montaña, luego diferentes procesos sísmicos han debido desviar su cauce (ahora pasa el rió a 95 metros por debajo de la gruta) desecándolo. Con eso ya se tiene la cavidad o galerías de la cueva, pero aun no es suficiente. La montaña que la cobija ha de contener la composición mineral adecuada para que el agua de lluvia, igualmente durante millones de años, al filtrarse arrastre esos minerales que, gota a gota, y en cantidades microscópicas van creando las estalactitas en el techo y las estalagmitas en el suelo que, al juntarse, crean las columnas que dan soporte a las bóvedas evitando su derrumbe. Con esto ya tenemos las estalactitas y las estalagmitas ... pero aun no es suficiente. Para dotarlas de los diferentes colores que presentan tiene que haber diferentes minerales que les den el rojo, verde, azul, gris, etc., con que se visten algunas de esas formaciones.
¡¡Luego vemos una catedral de ochocientos o novecientos años y se nos cae la baba mientras la miramos maravillados!!. ¡Pero que pardillos somos!.
En el interior de de esta maravilla mineral los Chontales celebraban sus ceremonias religiosas en honor de sus dioses. ¡No cabe imaginar mejor altar o templo que esta maravilla de la Naturaleza!.
A la salida se visita el encuentro de los dos ríos subterráneos que emergen allí, el San Ignacio y el Chontalcoatlan que, al juntarse, crean el rió Amanzac en medio de un precioso barranco. ¡Muy bonito todo!.
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