05 al 09-07-2012
Las atrocidades de la guerra tienen en este museo su perenne recuerdo que los vietnamitas llaman de la "Guerra Americana" en vez del habitual "Guerra del Vietnam". Es, lógicamente, una visión parcial de los vietnamitas, pero eso no significa que lo que aquí se expone no sea cierto o no haya ocurrido.
Es verdad que la visita es una experiencia brutal, pero imprescindible para conocer las barbaridades que llega a cometer el ser humano cuando pierde la condición de tal, o sea .. EN UNA GUERRA.
Desde piezas de artillería abandonadas en su huida por los "yanquis" o capturadas en batalla, jaulas para tigres en donde encerraban a los prisioneros del Viet Cong, fotografías de prisioneros torturados o de los que nacieron con malformaciones genéticas a consecuencia del uso abusivo que hicieron del "agente naranja" (un exfoliante que redujo la selva a un páramo y que, aun hoy en día, sigue teniendo efectos secundarios en niños nacidos en esos lugares) hasta datos estadísticos del material usado por la mayor maquinaria de guerra de la historia: la industria norteamericana.
En fin una visita muy interesante pero desagradable. Después de las atrocidades inhumanas que he visto en Camboya: S-21, cuevas y centros de exterminio, pirámides de cráneos, etc., cometidos en una especie de guerra in-civil entre camboyanos, esta otra visita a este otro "museo del horror" me ha dejado hecho polvo, con menos fé en el genero humano que el que tengo en que me toque la primitiva .. NINGUNA.
Las atrocidades de la guerra tienen en este museo su perenne recuerdo que los vietnamitas llaman de la "Guerra Americana" en vez del habitual "Guerra del Vietnam". Es, lógicamente, una visión parcial de los vietnamitas, pero eso no significa que lo que aquí se expone no sea cierto o no haya ocurrido.
Es verdad que la visita es una experiencia brutal, pero imprescindible para conocer las barbaridades que llega a cometer el ser humano cuando pierde la condición de tal, o sea .. EN UNA GUERRA.
Desde piezas de artillería abandonadas en su huida por los "yanquis" o capturadas en batalla, jaulas para tigres en donde encerraban a los prisioneros del Viet Cong, fotografías de prisioneros torturados o de los que nacieron con malformaciones genéticas a consecuencia del uso abusivo que hicieron del "agente naranja" (un exfoliante que redujo la selva a un páramo y que, aun hoy en día, sigue teniendo efectos secundarios en niños nacidos en esos lugares) hasta datos estadísticos del material usado por la mayor maquinaria de guerra de la historia: la industria norteamericana.
En fin una visita muy interesante pero desagradable. Después de las atrocidades inhumanas que he visto en Camboya: S-21, cuevas y centros de exterminio, pirámides de cráneos, etc., cometidos en una especie de guerra in-civil entre camboyanos, esta otra visita a este otro "museo del horror" me ha dejado hecho polvo, con menos fé en el genero humano que el que tengo en que me toque la primitiva .. NINGUNA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario