del 15 al 18-08-2012
Después de muchísimos miles de kilómetros en el culo en cientos de viajes en autobús sin el menor percance, antes de ayer, por primera vez, sufrí un accidente. Camino de Hong Kong (H.K.) y a pocos kilómetros de la frontera, a eso de las cinco y media de la mañana (dormido como un lirón) me despertó un tremendo golpe y la sacudida (que tiró a varios de la litera de arriba del bus) y el posterior zigzagueo por la pérdida de control del coche. Los gritos, lloros, etc., del pasaje eran tremendos. Al poco el chófer se hizo con el control y pudo parar el autobús.
Al parecer, como llovía mucho, se formaron grandes charcos en la autovía y un turismo, al pisar el freno en un curva, empezó a patinar al hacer "acua-planing" y chocó contra el bus que, a su vez, chocó con otros turismos, etc..
¡Monumental follón de gente gritando, claxon sonando, conductores peleándose, todo a la vez! (y a todo esto nosotros dentro del autobús sin poder salir). Afortunadamente, salvo ataques de nervios, no parece que hubo que lamentar heridos. La consecuencia... dos horas parados en la autopista hasta que, poco a poco, nos fueron "colocando" (de dos en dos o de tres en tres) en otros autobuses que también iban para H.K., pero que iban, como todos los medios de transporte chinos, llenos hasta la bandera.
Como se formó un atasco monumental cuando abrieron de nuevo la pista debería haber varios cientos de autobuses de pasajeros todos camino de H.K. (era sábado y miles de chinos continentales pasan a H.K. en fin de semana a comprar), por lo que en la aduana nos juntamos suficiente gente como para llenar varios estadios de fútbol y ...¡otras dos horas para que me sellaran el pasaporte!.
El que ahora H.K. pertenezca a China es pura formalidad pues, en realidad, es como si fuera otro país: tienen moneda propia (el dolar de H.K.); la frontera, y todos los tramites aduaneros, la tienen que pasar -tanto para salir de China continental como para entrar en H.K.- igualmente los chinos que los extranjeros; hablan cantones mientras en el resto de china hablan el mandarín (y el inglés esta muy extendido al haber sido colonia británica); en sus calles puedes ver "dhazibahos" (pancartas y murales) acusando a los dirigentes chinos de corrupción y de criminales (con fotografías de las matanzas de la plaza de Tiam AnMen de hace años) amen de los cientos de practicantes de Falum Gong (Falum Dafa) que repartes folletos hablando de la tortura a que someten a sus practicantes, etc., como veréis nada que ver con la China continental... allí al que se mueve le atizan.
Todo lo que, al menos a mi, me llama tanto la atención del resto de China, en H.K. lo encuentro normal. No en vano esta ciudad fue un emporio capitalista en donde se aplicaban a rajatabla las teorías económicas mas feroces -social y humanamente hablando- del mundo: el darwinismo social de la selección y supervivencia del que mejor se adapta a las condiciones de explotación y medra con ellas (y al que no pueda ... pues que le vayan dando).
Aquí el consumo desaforado (y la producción) es la razón de ser de la ciudad. Hong Kong (a pesar de lo extenso y despoblado del resto del territorio que compone el área de esta región autónoma -solo el 15% del territorio esta urbanizado-) ha crecido a lo alto y no a lo largo por lo que hay cientos y cientos de rascacielos y, en la planta inferior de todos ellos ... ¡cientos y cientos de enormes, kilométricos, rutilantes, lujosos y super acondicionados centros comerciales!!.
Lo peculiar de estos centros y de esta ciudad es que parecen la misma cosa, ya que ambos están interconectados por cientos de pasarelas que, como una red arterial, los comunica unos con otros.Por las grandes avenidas es literalmente imposible caminar por ellas en toda su longitud a pie de calle. Las aceras están cortadas, o por obras o por vallas que te obligan a tener que recurrir a las dichosas pasarelas (eso si, todas cubiertas y protegidas pues por aquí llueve casi todos los días a cantaros y sopla un viento huracanado que casi te impide andar cuando atiza), pasarelas que, indefectiblemente, que van haciendo pasar, uno tras otro, por todos los centros comerciales por lo que no sabes que fue primero: "si el huevo o la gallina"". ¿Son compradores compulsivos debido a esta continua tentación y sobre-exposición al consumo?, ¿o, como son "compropatas" (el palabro me lo acabo de inventar) y este diseño obedece a una necesidad? ... ¡vaya usted a saber!.
Por lo demás H.K. es una ciudad muy interesante en donde se puede apreciar cual va a ser el futuro de las ciudad chinas (H.K. parece ser el modelo a seguir) y como se van mezclando y fusionando estas dos culturas chinas (aunque no tienen prisa pues tienen 50 años para fusionarse que es el periodo pactado con los ingleses durante el cual tienen esta especie de autonomía para su total devolución e integración a China y, durante ese tiempo, mantendrán esa especie de "diferencia" o como la denominan las autoridades chinas: "un país, dos sistemas").
Después de muchísimos miles de kilómetros en el culo en cientos de viajes en autobús sin el menor percance, antes de ayer, por primera vez, sufrí un accidente. Camino de Hong Kong (H.K.) y a pocos kilómetros de la frontera, a eso de las cinco y media de la mañana (dormido como un lirón) me despertó un tremendo golpe y la sacudida (que tiró a varios de la litera de arriba del bus) y el posterior zigzagueo por la pérdida de control del coche. Los gritos, lloros, etc., del pasaje eran tremendos. Al poco el chófer se hizo con el control y pudo parar el autobús.
Al parecer, como llovía mucho, se formaron grandes charcos en la autovía y un turismo, al pisar el freno en un curva, empezó a patinar al hacer "acua-planing" y chocó contra el bus que, a su vez, chocó con otros turismos, etc..
¡Monumental follón de gente gritando, claxon sonando, conductores peleándose, todo a la vez! (y a todo esto nosotros dentro del autobús sin poder salir). Afortunadamente, salvo ataques de nervios, no parece que hubo que lamentar heridos. La consecuencia... dos horas parados en la autopista hasta que, poco a poco, nos fueron "colocando" (de dos en dos o de tres en tres) en otros autobuses que también iban para H.K., pero que iban, como todos los medios de transporte chinos, llenos hasta la bandera.
Como se formó un atasco monumental cuando abrieron de nuevo la pista debería haber varios cientos de autobuses de pasajeros todos camino de H.K. (era sábado y miles de chinos continentales pasan a H.K. en fin de semana a comprar), por lo que en la aduana nos juntamos suficiente gente como para llenar varios estadios de fútbol y ...¡otras dos horas para que me sellaran el pasaporte!.
El que ahora H.K. pertenezca a China es pura formalidad pues, en realidad, es como si fuera otro país: tienen moneda propia (el dolar de H.K.); la frontera, y todos los tramites aduaneros, la tienen que pasar -tanto para salir de China continental como para entrar en H.K.- igualmente los chinos que los extranjeros; hablan cantones mientras en el resto de china hablan el mandarín (y el inglés esta muy extendido al haber sido colonia británica); en sus calles puedes ver "dhazibahos" (pancartas y murales) acusando a los dirigentes chinos de corrupción y de criminales (con fotografías de las matanzas de la plaza de Tiam AnMen de hace años) amen de los cientos de practicantes de Falum Gong (Falum Dafa) que repartes folletos hablando de la tortura a que someten a sus practicantes, etc., como veréis nada que ver con la China continental... allí al que se mueve le atizan.
Todo lo que, al menos a mi, me llama tanto la atención del resto de China, en H.K. lo encuentro normal. No en vano esta ciudad fue un emporio capitalista en donde se aplicaban a rajatabla las teorías económicas mas feroces -social y humanamente hablando- del mundo: el darwinismo social de la selección y supervivencia del que mejor se adapta a las condiciones de explotación y medra con ellas (y al que no pueda ... pues que le vayan dando).
Aquí el consumo desaforado (y la producción) es la razón de ser de la ciudad. Hong Kong (a pesar de lo extenso y despoblado del resto del territorio que compone el área de esta región autónoma -solo el 15% del territorio esta urbanizado-) ha crecido a lo alto y no a lo largo por lo que hay cientos y cientos de rascacielos y, en la planta inferior de todos ellos ... ¡cientos y cientos de enormes, kilométricos, rutilantes, lujosos y super acondicionados centros comerciales!!.
Lo peculiar de estos centros y de esta ciudad es que parecen la misma cosa, ya que ambos están interconectados por cientos de pasarelas que, como una red arterial, los comunica unos con otros.Por las grandes avenidas es literalmente imposible caminar por ellas en toda su longitud a pie de calle. Las aceras están cortadas, o por obras o por vallas que te obligan a tener que recurrir a las dichosas pasarelas (eso si, todas cubiertas y protegidas pues por aquí llueve casi todos los días a cantaros y sopla un viento huracanado que casi te impide andar cuando atiza), pasarelas que, indefectiblemente, que van haciendo pasar, uno tras otro, por todos los centros comerciales por lo que no sabes que fue primero: "si el huevo o la gallina"". ¿Son compradores compulsivos debido a esta continua tentación y sobre-exposición al consumo?, ¿o, como son "compropatas" (el palabro me lo acabo de inventar) y este diseño obedece a una necesidad? ... ¡vaya usted a saber!.
Por lo demás H.K. es una ciudad muy interesante en donde se puede apreciar cual va a ser el futuro de las ciudad chinas (H.K. parece ser el modelo a seguir) y como se van mezclando y fusionando estas dos culturas chinas (aunque no tienen prisa pues tienen 50 años para fusionarse que es el periodo pactado con los ingleses durante el cual tienen esta especie de autonomía para su total devolución e integración a China y, durante ese tiempo, mantendrán esa especie de "diferencia" o como la denominan las autoridades chinas: "un país, dos sistemas").
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