¡¡ JO ... QUE DIITAS LLEVO !!

23-08-2012

¡¡Qué diitas llevo!!. Aparte del susto de Hong Kong, desde hace varios días no me sale una a derechas: las comunicaciones entre los lugares adonde quiero ir no son directas y tengo que ir haciendo escalas en un montón de sitios con la consiguiente perdida de tiempo en estaciones de bus y tren.

 Y cuando llego al sitio en cuestión, en este caso a Lushan, apenas he tenido tres horas de visibilidad en dos días. Cuando llegué, al poco, se hizo una niebla tan espesa que no se veía a mas de 10/15 metros. Al día siguiente amaneció lloviendo a mares ... ¡y con la jodida niebla igual de espesa!. O sea lugares vistos en Lushan = cero patatero (claro que no se puede venir a un lugar en el que llueve 250 días al año en la estación de lluvias ... ¡y esperar que luzca el sol !). ¡ Es que tengo unas cosas!.

¡Y eso después de 11 horas DE PIE EN EL TREN!, pues no pude conseguir billete de asiento o litera y no había autobuses directos (pero como aquí venden billetes DE PIE para trenes de largo recorrido - el que tomé iba a Pekin y duraba 26 horas y había un montón de gente que iba hasta allí DE PIE-). Y como yo tenia que seguir viaje pues tenía que llegar a alguna ciudad que extendieran el visado (me vence en unos días), pues eso ... 11 horitas de pie con breves momentos en que quedaba un hueco en el suelo para sentarme .. hasta que venían los jodidos carritos vendiendo agua, fruta, etc. que te obligan a levantarte.

 Lushan esta declarado también Patrimonio Mundial de la Humanidad y, según dicen, sus paisajes dejan boquiabierto a cualquiera. Es otro de los lugares de obligada peregrinación por el turismo chino (de los que había toneladas en Lushan, eso si, los pobrecillos tan frustrados como yo). Era simpatiquísimo verlos embutidos en unos impermeables largos hasta los tobillos, de unos colores eléctricos imposibles, y cada uno de un color a cual mas sorprendente, con su capucha calada hasta las cejas con el barbuquejo atado a presión bajo la barbilla, con una especie de botas de agua de plástico igual de "vistosas" que el impermeable y haciendo juego y, encima, ¡¡con paraguas!!. Verlos aparecer por los senderos del bosque, en fila india, salir de entre la bruma me recordaban a los enanitos del cuento de Blancanieves (solo les faltaba el candil y el pico e ir cantando y silbando aquella famosa canción de la peli).

 Salir de Lushan otra odisea. En la estación de buses la chica de información (con muy buena voluntad todo hay que decirlo) ayudada de un móvil con traductor chino-ingles (ella no hablaba una palabra de ingles) y yo con mi famoso diccionario chino-calorro, me dice que el bus que quiero tomar sale a las 18:00 horas. Le pregunto -con mi librito- qué a qué hora llega a destino y me responde -a través de la pantallita de su móvil- que a las 8:00, así que compro el billete para Hangzhou en sleeper (litera) y ...  a sobar.

 Cuando estoy en el mejor de los sueños ¡¡a las 2 de la noche!! el conductor empieza a sacudirme y gritarme para que me baje que ya he llegado. Dormido cojo mis bártulos y me bajo allí -solamente yo- y me encuentro que me ha dejado tirado en medio de una carretera a las afueras de Hangzhou a esa hora de la noche (yo todavía dormido y sin saber que pasaba). Al parece la niña de la estación (eso suena a canción años 40) confundió la duración -8 horas- con la hora de llegada y me la lió.

 Después de un ratillo jurando en arameo y ya espabilao empiezo a hacerme cargo de mi situación. En vista de que no veo a nadie por ningún lado al que intentar preguntar donde coño estoy y que no veo taxi alguno, decido hacer auto-stop.

 Afortunadamente al poco me paro una furgonetilla conducida por un chaval que, sin mayores explicaciones por mi parte, parece hacerse cargo de mi situación. Me llevó hasta el centro de la ciudad y allí pude refugiarme en un Mc Donald de los que abren 24 horas hasta que amaneció y pude buscar alojamiento.

 Aparte de lo de Lushan también he tenido que renunciar a ir a Huang Shan (la Montaña Amarilla) no muy lejos de Lushan que es -cuando se puede ver y caminar- realmente espectacular y esta consideraba uno de los lugares mas bellos de China. Esa montaña ha atraído a visitantes desde hace 1.500 años, en especial poetas y pintores chinos que, aparte de buscar inspiración para su arte, bautizaron los picos de las montañas con nombres tales como: Nueve Dragones; Monje Taoista; Nariz de Buey (aquí fueron un tanto prosaicos); Capital de las Hadas; El Jorobado; Valle de las Nubes; Pico del Biombo; Pico de la Nube Púrpura; de la Cumbre Luminosa; de la Flor de Loto (omnipresente flor de loto); Capital Celestial; etc., etc..

 Tan poéticos nombres me atraían como un imán, pero consulté al Servicio Meteorológico Chino y daban mas nubes, lluvia, viento huracanado (es época de tifones y, a veces, sopla el aire con muy mala leche) y las jodidas nieblas ... o sea, otra visión "cero patatero". Así que pasé de ir para no volverme a frustrar.

 ¡Otra vez será!.

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