La mayoría de los chinos profesan una religión politeísta. Cada familia tiene varios dioses: el de la casa; de la cocina; de la puerta; etc., etc.. Se podría decir que en cada casa china se adoran a dioses "a la medida": los de las casas de empeños rezan a Kwan Yu; los estudiantes a Man Cheung ... y así por gremio o actividad, sin contar los preferidos, por las razones que sean, de cada cual. Esa es una de las razones de que en los templos chinos haya tanta concentración y diversidad de figuras a las que adorar.
Ejemplo de dioses y/o héroes que son adorados en el sur de China:
Kwan Yu.- Este era soldado y, consecuentemente, es el dios de la guerra al que se adora no solo por su maestría con las armas sino, además, por su valor, honradez, integridad y lealtad. Es además patrón de los soldados, de la policía, de los restauradores y de miembros de sectas secretas como las Tríadas.
Kwun Yan.- Diosa de la Misericordia que irradia ternura y compasión hacia los infelices mortales.
Man Cheung.- Fue un estadista y erudito del siglo III a.C.. Es el dios de la Literatura.
Tin Hau.- Es la reina de los Cielos y protectora de los marinos.
Tou Tei.- Es el dios de la Tierra que impera sobre cualquier cosa, desde un piso a una tienda, un barrio o una ciudad.
Así se podría seguir hasta decir basta pues no hay actividad, del tipo que sea, que no tenga su dios protector. Hay, además, infinidad de héroes y/o sabios que también son adorados y que suelen estar asociados a diferentes estados anímicos, ciclos naturales, horas del día y de la noche, meses, estaciones, signos del zodiaco, etc., etc., etc.. ¡¡Y luego nos quejamos nosotros de lo de la Trinidad!!
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