12 y 13-08-2012
El viaje fluvial entre Guilin y Yangshuo es, posiblemente, el mas espectacular, bonito y fascinante del mundo. Yo no he visto tanta concentración de belleza en un recorrido tan extenso en mi vida.
Hay sitios de una belleza casi sobrenatural: el Machu Pichu; las cataratas de Iguazu; el monte Fitz Roy; los tepuyes venezolanos de Roraima; las ruinas precolombinas del Yucatan; Bagan; Angkor Wat (se me ocurren docenas más, de las que yo conozco, pero no se trata de hacer un inventario). Lo que caracteriza a esos sitios, desde el punto de vista del observador, es que su belleza es abarcable casi de un solo vistazo. Te puedes quedar horas sentado, sentado y contemplándolos sin cansarte ni aburrirte.
Otros sitios, a la par que hermosos, son monumentales, gigantescos y tienes que ir dosificando su belleza como en píldoras: la Amazonía y el río Amazonas brasileño; los deltas de los ríos Orinoco y Mekong; los ciclópeos Andes sudamericanos; la bahía de Halong, etc., que sobrecogen tanto por su belleza como por sus dimensiones.
Pero aquí, en el río Li, en un tramo de menos de 100 kms (que se recorren en 4 o 5 horas de lentísima -afortunadamente- navegación) vas pasando sin descanso por un paisaje precioso -sin interrupción alguna- que avanza, al ritmo del barco, entre montañas altísimas de formas redondeadas, piramidales y de mil distintas formas cubiertas todas ellas de espesísima vegetación de un verde intenso y, flanqueando sus orillas, enormes y altísimos bosquetes de bambúes. A veces se ven búfalos tomando su baño o pastando en sus orillas.
Cierto que el río esta congestionado de pequeñas y medianas embarcaciones transportando a los miles de turistas locales que, desde toda China, vienen a conocer uno de los paisajes, junto con la Gran Muralla, mas famosos del país.
Sus paisajes han sido glosados durante siglos por los mejores poetas y pintado por los mas reputados maestros del paisaje, la acuarela y la tinta china china (no es una redundancia). Su mas conocido paisaje sale en el reverso del billete de 20 yuanes chino (por lo que podría decirse que todos los chinos llevan, o han llevado, al río Li en sus bolsillos -como en su día nosotros llevamos un roque de las Cañadas del P.N. del Teide en un billete creo que de 500 pesetas-).
Aunque tampoco hay que ser chino para conocer estos paisajes pues son la clásica imagen de postal que aparecen en libros, folletos, documentales, postales, películas, etc., sobre China y que todos, creo yo, hemos visto alguna vez.
Son de esos lugares que no te dejan ni respirar y no te dan tregua, ni a los sentidos ni a la cámara. Desde la cubierta superior del barco he ido, como dice la canción "de babor a estribor, de estribor a babor y de proa a popa", mirando, empapándome de tanta belleza, tan seguida, tan dispar en las formas aunque tan uniforme, tan cambiante a cada curva del río, en cada meandro, en la distancia, cuando nos íbamos acercando desde proa viéndola aproximarse poco a poco hasta apreciar detalles que la lejanía no te permitía ver, o desde popa una vez superado un tramo, del mismo paisaje visto al revés y desde otro ángulo ...¡que te volvía a sorprender y a hipnotizar al verlo desde el lado opuesto!. ¡¡Y así cinco horas!!.
El río Li en su curso entre Guilin y Yangshuo es de lo mas bello que llevo visto en paisajes.
¡¡Una maravilla!!.
El viaje fluvial entre Guilin y Yangshuo es, posiblemente, el mas espectacular, bonito y fascinante del mundo. Yo no he visto tanta concentración de belleza en un recorrido tan extenso en mi vida.
Hay sitios de una belleza casi sobrenatural: el Machu Pichu; las cataratas de Iguazu; el monte Fitz Roy; los tepuyes venezolanos de Roraima; las ruinas precolombinas del Yucatan; Bagan; Angkor Wat (se me ocurren docenas más, de las que yo conozco, pero no se trata de hacer un inventario). Lo que caracteriza a esos sitios, desde el punto de vista del observador, es que su belleza es abarcable casi de un solo vistazo. Te puedes quedar horas sentado, sentado y contemplándolos sin cansarte ni aburrirte.
Otros sitios, a la par que hermosos, son monumentales, gigantescos y tienes que ir dosificando su belleza como en píldoras: la Amazonía y el río Amazonas brasileño; los deltas de los ríos Orinoco y Mekong; los ciclópeos Andes sudamericanos; la bahía de Halong, etc., que sobrecogen tanto por su belleza como por sus dimensiones.
Pero aquí, en el río Li, en un tramo de menos de 100 kms (que se recorren en 4 o 5 horas de lentísima -afortunadamente- navegación) vas pasando sin descanso por un paisaje precioso -sin interrupción alguna- que avanza, al ritmo del barco, entre montañas altísimas de formas redondeadas, piramidales y de mil distintas formas cubiertas todas ellas de espesísima vegetación de un verde intenso y, flanqueando sus orillas, enormes y altísimos bosquetes de bambúes. A veces se ven búfalos tomando su baño o pastando en sus orillas.
Cierto que el río esta congestionado de pequeñas y medianas embarcaciones transportando a los miles de turistas locales que, desde toda China, vienen a conocer uno de los paisajes, junto con la Gran Muralla, mas famosos del país.
Sus paisajes han sido glosados durante siglos por los mejores poetas y pintado por los mas reputados maestros del paisaje, la acuarela y la tinta china china (no es una redundancia). Su mas conocido paisaje sale en el reverso del billete de 20 yuanes chino (por lo que podría decirse que todos los chinos llevan, o han llevado, al río Li en sus bolsillos -como en su día nosotros llevamos un roque de las Cañadas del P.N. del Teide en un billete creo que de 500 pesetas-).
Aunque tampoco hay que ser chino para conocer estos paisajes pues son la clásica imagen de postal que aparecen en libros, folletos, documentales, postales, películas, etc., sobre China y que todos, creo yo, hemos visto alguna vez.
Son de esos lugares que no te dejan ni respirar y no te dan tregua, ni a los sentidos ni a la cámara. Desde la cubierta superior del barco he ido, como dice la canción "de babor a estribor, de estribor a babor y de proa a popa", mirando, empapándome de tanta belleza, tan seguida, tan dispar en las formas aunque tan uniforme, tan cambiante a cada curva del río, en cada meandro, en la distancia, cuando nos íbamos acercando desde proa viéndola aproximarse poco a poco hasta apreciar detalles que la lejanía no te permitía ver, o desde popa una vez superado un tramo, del mismo paisaje visto al revés y desde otro ángulo ...¡que te volvía a sorprender y a hipnotizar al verlo desde el lado opuesto!. ¡¡Y así cinco horas!!.
El río Li en su curso entre Guilin y Yangshuo es de lo mas bello que llevo visto en paisajes.
¡¡Una maravilla!!.
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