01-09-2012
Cuenta la leyenda que el templo de Shaolin fue fundado en el siglo V por un monje indio. Décadas después llegó hasta el templo un monje llamado Bodhidarma (Damo en chino) pero se le prohibió la entrada, motivo por el cual se retiró a una cueva cercana a meditar y calmar su mente. Esto, al parecer le llevo un "tiempecito": ¡¡nada mas que nueve años orando!! sentado frente a una pared de la cueva hasta que fue aceptado en el monasterio. Cuenta la leyenda que su sombra se quedó para siempre allí. Esta "sombra de piedra" se encuentra en el templo de Shaolin.
Como la larga meditación debilitaba físicamente a los monjes, Bodhidarma les enseño una serie de ejercicios basados en los movimientos de ciertos animales. Movimientos que, con los siglos, se convirtieron en las rutinas de un combate físico y espiritual: el boxeo shaolin o Kung-fu (wushu en chino) y el germen del tai-chi.
El templo y monasterio de Shaolin ha sido un actor vital en todos los conflictos bélicos y levantamientos que ocurrieron en China durante siglos (siempre motivados por la justicia ... según dicen los monjes). Evidentemente esto les valió infinidad de enemigos, lo que explicaría los repetidos saqueos que han sufrido a lo largo de la historia. Alguno de los mas recientes se remontan a 1.928 cuando el señor de la guerra Shi Yousan quemó casi todos los edificios del templo y, hace cuatro días, en 1970 el ultimo saqueo fue debido a los infames Guardias Rojos de Mao.
Actualmente el monasterio y templo de Shaolin es una especie de parque de atracciones que atrae cientos de miles de visitantes, chinos mayoritariamente, y parece haberse convertido en un inmenso negocio con docenas de hoteles, miles de plazas de aparcamiento, etc.
La verdad es que la visita, largamente esperada por mi, porque llevo varios años practicando tai-chi, me ha decepcionado desde el punto de vista espiritual (yo esperaba encontrar una especie de aura mística de monjes meditando y ejercitando su mente y cuerpo), en cambio desde un punto de vista puramente estético es bastante interesante.
En cambio fuera del templo si hay docenas de escuelas de artes marciales y cientos de jóvenes practicando artes marciales en los campos de deporte.
El espectáculo que se ofrece a los visitantes, en una especie de teatro, de los monjes demostrando sus habilidades es bastante bonito aunque corto.
Cuenta la leyenda que el templo de Shaolin fue fundado en el siglo V por un monje indio. Décadas después llegó hasta el templo un monje llamado Bodhidarma (Damo en chino) pero se le prohibió la entrada, motivo por el cual se retiró a una cueva cercana a meditar y calmar su mente. Esto, al parecer le llevo un "tiempecito": ¡¡nada mas que nueve años orando!! sentado frente a una pared de la cueva hasta que fue aceptado en el monasterio. Cuenta la leyenda que su sombra se quedó para siempre allí. Esta "sombra de piedra" se encuentra en el templo de Shaolin.
Como la larga meditación debilitaba físicamente a los monjes, Bodhidarma les enseño una serie de ejercicios basados en los movimientos de ciertos animales. Movimientos que, con los siglos, se convirtieron en las rutinas de un combate físico y espiritual: el boxeo shaolin o Kung-fu (wushu en chino) y el germen del tai-chi.
El templo y monasterio de Shaolin ha sido un actor vital en todos los conflictos bélicos y levantamientos que ocurrieron en China durante siglos (siempre motivados por la justicia ... según dicen los monjes). Evidentemente esto les valió infinidad de enemigos, lo que explicaría los repetidos saqueos que han sufrido a lo largo de la historia. Alguno de los mas recientes se remontan a 1.928 cuando el señor de la guerra Shi Yousan quemó casi todos los edificios del templo y, hace cuatro días, en 1970 el ultimo saqueo fue debido a los infames Guardias Rojos de Mao.
Actualmente el monasterio y templo de Shaolin es una especie de parque de atracciones que atrae cientos de miles de visitantes, chinos mayoritariamente, y parece haberse convertido en un inmenso negocio con docenas de hoteles, miles de plazas de aparcamiento, etc.
La verdad es que la visita, largamente esperada por mi, porque llevo varios años practicando tai-chi, me ha decepcionado desde el punto de vista espiritual (yo esperaba encontrar una especie de aura mística de monjes meditando y ejercitando su mente y cuerpo), en cambio desde un punto de vista puramente estético es bastante interesante.
En cambio fuera del templo si hay docenas de escuelas de artes marciales y cientos de jóvenes practicando artes marciales en los campos de deporte.
El espectáculo que se ofrece a los visitantes, en una especie de teatro, de los monjes demostrando sus habilidades es bastante bonito aunque corto.
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