BUKHARA

del  11 al 13/05/2015

BUKHARA LA NOBLE… Y LA SANTA: Bukhara, Bujara, Buxoro o los mil nombres de una ciudad única, ha sido históricamente muy persa y uno de los mayores pilares de la religión musulmana. En Asia Central siempre fue Ciudad Santa, aunque tras la caída de su último Emir y la llegada de la Rusia comunista que se alargó 80 largos años, su alma islámica se enfrió hasta quedar prácticamente helada (no en vano pensaban aquello de que: ".. la religión era el opio de los pueblos..") motivo por el cual ahora casi la totalidad de sus "santos lugares" (mezquitas, madrasas, etc.) se han reconvertido en auténticos zocos donde se compra y vende toda clase de "souvenirs" para turistas. Se cuenta que había más de trescientas mezquitas y un centenar de madrasas (escuelas coránicas) y que en su subsuelo están enterrados los cuerpos de muchos hombres considerados santos e ilustres para la tradición del Islam.

Bukhara es la belleza del espíritu: Un sabio dijo una vez que si “Samarkanda es la belleza de la tierra, Bukhara es la belleza del espíritu“. No le faltaba razón en absoluto al referirse a uno de los cuatro lugares que actualmente forman parte del Patrimonio de la Humanidad que tiene Uzbekistán.

Durante siglos Santa, eternamente Noble, en Bukhara parecen haber pervivido (envueltos en sus cúpulas azuladas, sus minaretes grandiosos y en cada una de sus mezquitas para cada día del año) el espíritu de los uzbecos. Sagrada para el Islam, e imán de los peregrinos quedando a la sombra únicamente de la Meca, es uno de los lugares indiscutiblemente mas grandioso de toda Asia Central.

Para la Ruta de la Seda, Bukhara, fue también un nudo importantísimo de comunicaciones y, por supuesto, de influencias y saberes que se transmitieron a un lado y otro de forma constante. A un paso de Merv (en la actual Turkmenistán) absorbía las caravanas procedentes de Oriente Medio (Siria, Jordania, Líbano, Arabia, Egipto, etc..) que hacían su viaje a la lejana China o viceversa.

Bujara tuvo ciertos avances que se tradujeron en riqueza, como por ejemplo uno de los sistemas de irrigación más importantes de Asia Central que hicieron fértil a una zona casi desértica y llevaron el agua más lejos de lo que aun hoy en día se ha conseguido (a pesar de que los rusos hayan, prácticamente, desecado -para plantar algodón- un lago tan grande que lo llamaron el "Mar" de Aral) . Y por supuesto en ciencia, donde Ibn-i-Sina, más conocido en Occidente como Avicena creó su "Canon de Medicina" que se extendió a todo el mundo desde el año 1020 hasta bien entrado el Siglo XIX.

En fin una ciudad interesantisima e imprescindible en todo viaje por estos pagos. Aquí, como me dijo un colombiano que encontré: "se huele a polvo", refiriendose a lo viejo y, efectivamente, el polvo del desierto lleva cayendo sobre alguno de sus monumentos  casi diez siglos y esa huella se deja notar dando una especie de marchamo de autenticidad a la inmortal BUKHARA.