19-01-2012
A escasa distancia de Kandy hay una autentica selva con animales salvajes, una flora sin modificar con unos ejemplares excepcionales y de considerable dimensión y, para mayor deleite, ¡no hay absolutamente nadie! (supongo que porque no viene en las guías de viaje al uso).
Se trata del Santuario Forestal de Udawattakele. Aquí se cumple una vez más la máxima de que la Naturaleza, cuando se la respeta y no se la modifica, se desarrolla de forma esplendida y se llena de vida.
Es una delicia ver a los animales en su propio hábitat, ver como interactúan entre ellos. Observar una manada de macacos, o de cualquier otra clase de simios, es -aparte de entretenidísimo- muy aleccionador: ver a los monitos jugar, a las hembras con sus crías colgadas en el pecho, al macho dominante vigilante siempre encaramado en un lugar prominente. Verlos alimentarse de las frutas que hay en el bosque (sin que llegue el cuidador con la cesta de fruta o verdura), en fin ... todo lo que ves en los documentales de la tele pero en vivo y en directo... es una pasada.
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