del 02 al 04-07-2012
La entrada en Vietnam ... regular. A pesar de llevar ya el visado de la embajada en Phnom Penh, en la frontera nos sacan dos dolares por la patilla (a una chica que se le ocurrió preguntar en concepto de qué, no la han hecho ni puto caso y cuando solicitó un recibo la montaron un pollo de cuidado -en vietnamita claro-).
El viaje desde Sihanoukville, en Camboya, hasta Can Tho en Vietnam ha sido larguísimo y se me ha hecho mas largo aún. Compartía asiento con una chica muy joven con su hijo de días o semanas que, el pobre, no ha dejado de llorar ni un minuto en dos horas. Se dormía por el agotamiento y en poco tiempo se despertaba y ... a llorar de nuevo.
Al pobre se lo han ido pasando, una a una, todas las mujeres del autobús como si fuera un fardo. Unas le cantaban, otras le mecían, otras lo agitaban ... ¡y nada!. Cuando al fin, derrotadas, volvían a dejárselo a la madre ... ¡a darle teta otra vez! (el pobrecillo yo creo que estaba empachado de tanta teta -lo único que se le ocurría a la joven madre para hacerle callar- o cagadito o escocido ...¡tantas horas sin cambiarle el pañal! ... el pobre daba una penita oírle).
En los dos últimos meses en que he estado viajando por Laos y Camboya no había visto mas de media docena de coches juntos (con el paréntesis de Phnom Penh) y llegar a Can Tho, en Vietnam, ha sido un choque ... miles de motos y coches en caravana para entrar en la ciudad (hoy es domingo), avenidas taponadas, concierto de claxons, mogollón de gente por todos lados, etc.
Espero que mañana pueda ver con mas tranquilidad la ciudad y disfrutar del paseo en barca por el Delta del Mekong que es para lo que he venido hasta aquí.
La entrada en Vietnam ... regular. A pesar de llevar ya el visado de la embajada en Phnom Penh, en la frontera nos sacan dos dolares por la patilla (a una chica que se le ocurrió preguntar en concepto de qué, no la han hecho ni puto caso y cuando solicitó un recibo la montaron un pollo de cuidado -en vietnamita claro-).
El viaje desde Sihanoukville, en Camboya, hasta Can Tho en Vietnam ha sido larguísimo y se me ha hecho mas largo aún. Compartía asiento con una chica muy joven con su hijo de días o semanas que, el pobre, no ha dejado de llorar ni un minuto en dos horas. Se dormía por el agotamiento y en poco tiempo se despertaba y ... a llorar de nuevo.
Al pobre se lo han ido pasando, una a una, todas las mujeres del autobús como si fuera un fardo. Unas le cantaban, otras le mecían, otras lo agitaban ... ¡y nada!. Cuando al fin, derrotadas, volvían a dejárselo a la madre ... ¡a darle teta otra vez! (el pobrecillo yo creo que estaba empachado de tanta teta -lo único que se le ocurría a la joven madre para hacerle callar- o cagadito o escocido ...¡tantas horas sin cambiarle el pañal! ... el pobre daba una penita oírle).
En los dos últimos meses en que he estado viajando por Laos y Camboya no había visto mas de media docena de coches juntos (con el paréntesis de Phnom Penh) y llegar a Can Tho, en Vietnam, ha sido un choque ... miles de motos y coches en caravana para entrar en la ciudad (hoy es domingo), avenidas taponadas, concierto de claxons, mogollón de gente por todos lados, etc.
Espero que mañana pueda ver con mas tranquilidad la ciudad y disfrutar del paseo en barca por el Delta del Mekong que es para lo que he venido hasta aquí.
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