13 y 14-02-2012
Mi último destino en Tailandia, antes de pasar a Myanmar, ha sido Chiang Rai (no confundir con Chian Mai -lo digo porque yo suelo hacerlo-).
Chiang Rai es una pequeña y tranquila capital de provincia situada en el extremo norte de Tailandia, en las montañas del antaño famosisimo "Triangulo de Oro". Lo del triangulo era por ser una frontera natural entre tres países: Tailandia, Laos y Birmania/Myanmar. Lo del "oro" era porque producía la mayor cantidad de "amapola de opio" del mundo.
Ahora ya no se recolecta amapola en esta zona de Tailandia en donde este cultivo ha sido erradicado (ahora se limitan a distribuirla que es bastante mas rentable) mientras los campesinos pobres de esos otros países fronterizos del "triangulo" tienen que seguir con su cultivo como único medio de supervivencia.
Pasear por sus calles es agradable y relajado. Tiene la cantidad justa de monumentos para pasar un par de días entretenido, pero sin correr. Casi que lo mas atractivo, aparte de sus maravillosos templos, es su animadìsimo mercado nocturno en el que parecen darse cita todos los habitantes de la ciudad en torno a lo que mas adoran los tailandeses (aparte de Buda): LA COMIDA.
Yo creo que en Tailandia nadie debe de cocinar en sus casas. Lo digo porque parecen estar todos comiendo, a todas horas, y por todos los sitios. Los puestos de comida callejeros son infinitos y suelen estar excelentemente dispuestos, huelen que alimentan, tienen una higiene excelente (a pesar de estar en la calle, los cocineros/as siempre llevan guantes y gorros, todo te lo dan envuelto y pinchado en palillos o en recipientes de usar y tirar, etc.) y, encima ...¡son baratisimos!.
Ademas puedes cocinarte tu mismo tu propia comida, Hay un montón de puestitos que te facilitan un hornillo de cerámica con carbones al rojo y una olla de barro con el caldo de tu elección; pollo, cerdo, pescado/marisco o vegetal. Junto con esto te dan una bandeja con todo lo necesario para que te montes tu propia sopa: verdura, fideos, carne o pescado, etc., en fin como en casa pero en plena calle. ¡Una pasada estos tailandeses con la comida!-
En esas condiciones quien se pasa dos horas en el mercado y otra cocinando para, al final, decir al/a cocinero/a de casa que en el puesto de la esquina lo hacen mejor tu y mas barato.
Me voy a cenar que se me ha abierto el apetito.
Mi último destino en Tailandia, antes de pasar a Myanmar, ha sido Chiang Rai (no confundir con Chian Mai -lo digo porque yo suelo hacerlo-).
Chiang Rai es una pequeña y tranquila capital de provincia situada en el extremo norte de Tailandia, en las montañas del antaño famosisimo "Triangulo de Oro". Lo del triangulo era por ser una frontera natural entre tres países: Tailandia, Laos y Birmania/Myanmar. Lo del "oro" era porque producía la mayor cantidad de "amapola de opio" del mundo.
Ahora ya no se recolecta amapola en esta zona de Tailandia en donde este cultivo ha sido erradicado (ahora se limitan a distribuirla que es bastante mas rentable) mientras los campesinos pobres de esos otros países fronterizos del "triangulo" tienen que seguir con su cultivo como único medio de supervivencia.
Pasear por sus calles es agradable y relajado. Tiene la cantidad justa de monumentos para pasar un par de días entretenido, pero sin correr. Casi que lo mas atractivo, aparte de sus maravillosos templos, es su animadìsimo mercado nocturno en el que parecen darse cita todos los habitantes de la ciudad en torno a lo que mas adoran los tailandeses (aparte de Buda): LA COMIDA.
Yo creo que en Tailandia nadie debe de cocinar en sus casas. Lo digo porque parecen estar todos comiendo, a todas horas, y por todos los sitios. Los puestos de comida callejeros son infinitos y suelen estar excelentemente dispuestos, huelen que alimentan, tienen una higiene excelente (a pesar de estar en la calle, los cocineros/as siempre llevan guantes y gorros, todo te lo dan envuelto y pinchado en palillos o en recipientes de usar y tirar, etc.) y, encima ...¡son baratisimos!.
Ademas puedes cocinarte tu mismo tu propia comida, Hay un montón de puestitos que te facilitan un hornillo de cerámica con carbones al rojo y una olla de barro con el caldo de tu elección; pollo, cerdo, pescado/marisco o vegetal. Junto con esto te dan una bandeja con todo lo necesario para que te montes tu propia sopa: verdura, fideos, carne o pescado, etc., en fin como en casa pero en plena calle. ¡Una pasada estos tailandeses con la comida!-
En esas condiciones quien se pasa dos horas en el mercado y otra cocinando para, al final, decir al/a cocinero/a de casa que en el puesto de la esquina lo hacen mejor tu y mas barato.
Me voy a cenar que se me ha abierto el apetito.
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