01 al 07-02-2012
Bangkok la "ciudad que nunca duerme" es un hervidero humano de mas de 8 millones de personas moviéndose al unisono por las mañanas (camino del trabajo) y por las tardes (cuando se puede pasear sin que el sol te fría) camino de algún lugar en donde cenar, normalmente en la calle al aire libre.
Los habitantes de esta ciudad son muy hospitalarios, les encanta el ruido, la luz, la moda y adoran la comida. La comida se venera y siempre parecen estar comiendo algo a cualquier hora. No solo es muy sabrosa, también es muy "bonita". Da gusto pasear por sus mercados, tiendas y puestos de comida en donde la higiene, el buen gusto, la estética, el arte de saber combinar colores, volúmenes, etc., hacen que la decoración de estas viandas (en particular los conjuntos que hacen con frutas, verduras y hortalizas, que las esculpen) sea mas propia de una galería de arte que de un establecimiento de comidas.
No importa por que parte de la ciudad estés, la parte antigua o la nueva, el barrio chino o la "city" de negocios, el entorno del palacio real o donde sea, siempre puedes encontrar en cualquier esquina un puestecito de comida y, en las grandes calles y avenidas, cientos de ellos a la hora de cenar.
En esta ciudad se mezclan con una naturalidad pasmosa lo mas moderno (jóvenes con una "pinta" ultra-moderna -en la ropa y el pelo- y siempre pendientes de su teléfono móvil y todos ellos con auriculares) con lo mas tradicional (es una sociedad muy tradicionalista y religiosa apegada a sus costumbres y tradiciones -entre la que no es menor el "hacerse" monje durante un corto periodo de su vida-) pero todos ellos muy cosmopolitas.
Como es el mejor puerto de partida para visitar todo el Sudeste Asiático es, a su vez, meca y punto de encuentro para todo tipo de viajeros: mochileros (cuya meca es Khao San Road), viejos "verdes" y pederastas occidentales (una auténtica lacra por todos estos paises) y los clásicos turistas (centenares de grupos por todos lados con sus guías "pastoreandolos" con sus llamativos paraguas de colores o banderines para que les puedan identificar los de su grupo y no se pierdan).
Un cóctel, en fin, el el que se mezclan pasado (pues a pesar de ser una ciudad jovencisima -200 años- en ella se han volcado todas las culturas y tradiciones), el presente y el futuro (parte de la ciudad ya parece estar en ese futuro con su arquitectura futurista y sus "modernazos" ciudadanos).
¡Una ciudad para disfrutar!. Algo que yo voy a intentar.
Bangkok la "ciudad que nunca duerme" es un hervidero humano de mas de 8 millones de personas moviéndose al unisono por las mañanas (camino del trabajo) y por las tardes (cuando se puede pasear sin que el sol te fría) camino de algún lugar en donde cenar, normalmente en la calle al aire libre.
Los habitantes de esta ciudad son muy hospitalarios, les encanta el ruido, la luz, la moda y adoran la comida. La comida se venera y siempre parecen estar comiendo algo a cualquier hora. No solo es muy sabrosa, también es muy "bonita". Da gusto pasear por sus mercados, tiendas y puestos de comida en donde la higiene, el buen gusto, la estética, el arte de saber combinar colores, volúmenes, etc., hacen que la decoración de estas viandas (en particular los conjuntos que hacen con frutas, verduras y hortalizas, que las esculpen) sea mas propia de una galería de arte que de un establecimiento de comidas.
No importa por que parte de la ciudad estés, la parte antigua o la nueva, el barrio chino o la "city" de negocios, el entorno del palacio real o donde sea, siempre puedes encontrar en cualquier esquina un puestecito de comida y, en las grandes calles y avenidas, cientos de ellos a la hora de cenar.
En esta ciudad se mezclan con una naturalidad pasmosa lo mas moderno (jóvenes con una "pinta" ultra-moderna -en la ropa y el pelo- y siempre pendientes de su teléfono móvil y todos ellos con auriculares) con lo mas tradicional (es una sociedad muy tradicionalista y religiosa apegada a sus costumbres y tradiciones -entre la que no es menor el "hacerse" monje durante un corto periodo de su vida-) pero todos ellos muy cosmopolitas.
Como es el mejor puerto de partida para visitar todo el Sudeste Asiático es, a su vez, meca y punto de encuentro para todo tipo de viajeros: mochileros (cuya meca es Khao San Road), viejos "verdes" y pederastas occidentales (una auténtica lacra por todos estos paises) y los clásicos turistas (centenares de grupos por todos lados con sus guías "pastoreandolos" con sus llamativos paraguas de colores o banderines para que les puedan identificar los de su grupo y no se pierdan).
Un cóctel, en fin, el el que se mezclan pasado (pues a pesar de ser una ciudad jovencisima -200 años- en ella se han volcado todas las culturas y tradiciones), el presente y el futuro (parte de la ciudad ya parece estar en ese futuro con su arquitectura futurista y sus "modernazos" ciudadanos).
¡Una ciudad para disfrutar!. Algo que yo voy a intentar.
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