El Valle de Anton

12.08.2009:

El pueblo es un remanso de paz en donde la gente te saluda por las calles cuando te cruzas con ellos y parece que, con la mirada, se ponen a tu servicio. Dado que en el plano que me dieron no se ve un pijo, estoy haciendo el recorrido por los alrededores a base de preguntar y ¡si me descuido me llevan ellos hasta el lugar!. ¡Que gente tan amable!.

El pueblo, al principio, engaña, pues parece ser solo la carretera y unas pocas casas diseminadas aqui y alla, pero lo que ocurre es que son ranchos con bastante extension de terreno y, entre casa y casa, parece no haber nada. Segun te vas alejando del nucleo del pueblo las construcciones van cambiando y transformandose en autenticas mansiones que son propiedad de panameños pudiente que viven en Panama C. y tienen aqui su segunda residencia (esto esta tan solo a dos horas de la capital) y de extranjeros jubilados, en su mayoria estadounidenses.

Isael , el Kuna de San Blas, me hablo de la montaña de la "India Dormida" y del "Chorro del Macho" (chorro=catarata) y hacia alli me dirigo preguntando. Segun me voy internando en el bosque le voy dando las gracias a Isael por la recomendacion: ¡que maravilla de paisaje!. Esta zona de bosque tropical lluvioso es seguramente la mejor que he visto hasta ahora. No tiene nada especialmente grandioso: la vegetacion no es tan densa y tupida como en Baños, ni las cataratas tan altas ni numerosas, ni los rios tan caudalosos ni bravos como en otros lugares que he visto, pero tiene de todo eso en su justa proporcion y con una gran variedad y condensado en pocos quilometros.

Junto a la riqueza vegetal tiene una riquisima vida animal: docenas de bellisimas y enormes mariposas, cantidad de diminutas y coloridas ranas y gigantescos y verduzcos sapos, serpientes, hormigas a millones (unas microscopicas y otras con un enorme cabezon), toda clase de aves (incluso unos grandotes murcielagos comedores de fruta). Los arboles son gigastescos y centenarios, los rios cristalinos,e tc., etc. ¡Una belleza!.

Pero nada es perfecto y dentro de las entrañas del bosque el calor es relamente sofocante, la humedad me empaña los cristales de las gafas y, cada vez que me paro, las hormigas me toman por un arbol y forman una hilera para escalarme. En la piel humeda y sudada se te pegan las moscas, mosquitos, telas de araña, etc.. En cada regato del rio me baño, pero al segundo estoy otra vez igual.

En el momento en que he dejado de ver gente para preguntar... me he perdido. En algun punto del sendero que sube hacia la India Dormida he tomado el camino que no era y he aterrizado en una finca con un monton de perros asediandome. Menos mal que con la escandalera el campesino ha salido de la choza y les ha llamado, pues crei que me comian. El hombre, muy amable, me ha acompañado un buen trecho para que no me vuelva a perder y para que los perros de otras dos fincas vecinas no me molestaran. Me ha dejado en un sendero que me devolvio al pueblo. Mañana lo volvere a intentar.

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