El Caribe y el archipielago de San Blas

Primera semana de Agosto 2009:



En los dos primeros dias de travesia por el Caribe nos ha dado para todo. Hemos tenido todo tipo de mar: ''calma chicha'', marejada, mar de fondo (supongo que se llama asi porque cuando, entre montana y montana de agua, te toca bajar, lo haces hasta el "fondo", como si te fuera a tragar el mar). Idem con el viento: de flojo hasta casi huracanado (la temporada de tormentas tropicales en el Caribe -alguna de las cuales deriva en huracanes- va desde agosto hasta septiembre). Pero afortunadamente, salvo el segundo dia, en que todos terminamos "potando" por la borda, la travesia esta resultando maravillosa. En especial los tres dias que hemos pasado fondeados en los diferentes islotes del archipielago de San Blas (Panama) en medio de una especie de lagunas rodeadas por cantidad de islitas de coral repletas de cocoteros en la Reserva Natural de Kuna Yala.



Esta debe ser, junto con el P. N. Morrocoy en Venezuela, el mejor paraje marino que he visto, con la enorme ventaja de que, al no llegar hasta aqui el turismo de masas (solo gente de la "jet-set" como yo que viajamos en velero) estan totalmente virgenes.



En algunas de las islitas todavia viven unas pocas familias Kuna (tribu especialmente resistente a la aculturacion, desde tiempos de la colonia, que al vivir en un medio tan aislado han mantenido gran parte de su modo de vida tradicional y ni siquiera hablan espanol, excepto las nuevas generaciones que ya si van a la escuela). Salvo en una isla (de las 360 que forman el archipielago, algunas tan pequenas que solo caben dos o tres cocoteros) que si tiene servicios: medico, dispensario, escuela, tienda, etc., en las demas islas no tienen ni luz electrica y solo un lanchon viene, de vez en cuando, a abastecerles con alguna fruta, legumbres, aceite, etc. pues por aqui solo obtienen cocos y lo que de el mar.





Es la tipica, idilica y soñada imagen de las vacaciones paradisiacas (con las que yo soñaba desde que veia aquellas peliculas de Marlon Brandon por las islas del Sur): el agua, de una quietud casi total, al estar rodeada de arrecifes de coral que la convierten en piscina, y de un azul intensisimo en la que zambulles desde el barco para nadar y que, al irte acercando a alguna islita, va cambiando de color hacia distintas tonalidades de azul y verde, segun la profundidad del agua o que tenga el fondo vegetacion o arena. Cerca de la orilla la vegetacion submarina es como un prado de algas moviendose ritmicamente al compas de la corriente y, entre medias de esos campos verdes !langostas! pequeñas y muy verdes, corriendo a ocultarse entre las algas. Al ser Reserva Natural no puedes cogerlas, ni a las docenas de caracolas gigantes que hay en el fondo (ni siquiera puedes llevarte uno de los infinitos cocos que hay, aunque esten caidos al suelo, y solo los Kunas pueden cosecharlos y pescar). Las nubes de pececitos que pueblan sus orillas, de aguas muy calidas al tener poca profundidad, son tan numerosas que, a veces, te impiden ver con nitidez el fondo. La arena es de coral y va desde una finura casi de polvo de talco hasta una textura gruesa, formada por restos calcareos de conchas, caracolas, ramas de coral de cierto tamano, etc., que se te clavan al andar.



Hemos pasado todo el dia explorando las islitas con el bote y nadando en calitas de ensueño y !por fin hemos comido en condiciones!. Los dos dias anteriores lo hemos hecho a base de bocadillos y fruta (supongo que cocinar debe ser poco menos que imposible cuando los movimientos del barco te impiden, incluso, mantenerte en pie). Con "comer en condiciones" me refiero a comer algo caliente, pues esta gente es muy "elemental" comiendo y poco agradecida con su paladar y estomago. Meten en una cacerola un monton de verduras de todo tipo, las calientan simplemente y cuecen ligeramente algo de pasta o arroz, lo mezclan todo en el plato y luego ponen sobre la mesa un monton de botes de diferentes salsas:ketchup, mostaza, curry, salsas picantes, mahonesa, pimienta y un monton mas y cada uno se aliña el "comistrajo" a su gusto.



Me ha encantado bucear por estas aguas (en el barco hay de todo: gafas, aletas, tubos, etc) tan ricas en vida marina y de agua tan transparente que se ve a bastante profundidad. No conozco practicamente nada de lo que veo, salvo unas enormes y rojisimas estrellas de mar, las gigantescas caracolas, varias clases de cangrejos, alguna langosta, esponjas y poco mas. Pero la variedad de plantas y animales que pueblan estas aguas coralinas es realmente sorprendente. Las clases, tamaños, colores y formas de peces es infinita (tambien hay algun tiburon pequeño del tamano de una merluza que son huidizos y muy timidos). Las paredes de coral y las formas que desarrollan cada planta/animal es sorprendente (aunque no aprecio casi ningun color en ellas).



El segundo y tercer dia en el archipielago hemos ido cambiando de grupo de islitas a otras aun mas bonitas, si cabe, que las anteriores. En estas tambien hay alguna familia Kuna viviendo precariamente con la venta de artesania y lo que pescan. El capitan les ha comprado, para cenar, las pocas langostas que habian pescado, a un precio de risa.



El dia es duro y agotador: por las mañanas buceo, luego paseito por la playa, al final, para descansar de tan agotador trabajo, sesion de hamaca entre cocoteros, cervecita a media mañana hasta la hora de comer... !!que vida mas dura, señor!!.



Cada dia a media tarde, como un reloj, el cielo empieza a encapotarse con nubarrones negros, el aire a soplar y, en segundos, se pone a llover como solo llueve en los tropicos: a cubos. Hemos aprovechado para ducharnos al aire libre sobre cubierta y lavarnos el pelo (el barco no lleva suficiente agua para ducharnos diez personas, por las mananas y cada vez que te tiras al mar, durante una semana).



La tripulacion la componemos gente de lo mas variopinta: el capitan y su mujer, Tashin y Shagila, de origen turco y nacionalidades norteamericana y australiana, Faith una profesora jubilada de Chicago, un chico danes, Askar y Anja su novia de Corea del Sur, una chica holandesa llamada Tamara, una argentina llamada Lucia y Morey un chaval neozelandes loco por el surf, Phillips un enorme chico ingles de Londres (el pobre lleva 3 dias en cama debido al mareo del barco y a una infeccion intestinal que pillo en India y de la que no se ha curado bien. Todos acojonados vigilando en cual de los dos baños se alivia para no usarlo nosotros, "por si los virus"). Completa la tripulacion un español "resalao" (lo digo por la costra de sal que habitualmente llevo sobre la piel despues de varios dias de bañarme en el mar sin "desalarme").



Se ha pasado casi toda la tarde lloviendo fortisimamente y eso ha propiciado la convivencia dentro de la cabina del barco entre este grupito tan dispar. Hemos jugado a las cartas, a los dados, cantado, bebido como cosacos (bueno, mejor como piratas del Caribe.. ademas era ron) y hablado cantidad. !Han sido unos dias gloriosos!. !Ahora solo falta que esta gente prepare una buena cena con el marisco que han comprado! , aunque esto no lo tengo tan claro.

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