De costa a costa

De nuevo toca moverse. De buena mañana hacia la otra costa, al archipielago de Bocas del Toro en el Caribe.

Cada viaje tiene su propia dinamica, metodo y medios. Este empieza tomando una barcaza para cruzar un estrecho canal hasta el poblado de Boca Chica (casi se podria cruzar nadando si no fuera por el mochilon) y desde alli tomar el bus hasta un pueblo llamado Horconcitos. Desde horconcitos tomar un taxi para que te lleve al cruce con la Panamericana (autentica espina dorsal y eje vertebrador de America Latina) para esperar que pase algun bus que vaya a donde tu vas o, al menos, que te deje en algun lugar desde donde poder ir a ese lugar.

Este es el modo, pero hoy se nos ha complicado un poco al fallarnos el medio. Salimos un total de 5 mochileros desde Boca Brava hasta David (desde donde cada uno tomara el bus que le lleve a su destino). Al llegar a Boca Chica nos enteramos que el bus lleva dos dias averiado y no hay otro, o sea que no hay servicio. Preguntamos por un taxi y nos dicen que teniamos que haberlo llamado el dia antes para que venga desde Horconcitos ya que en el pueblo ese no hay taxis.

Lo intentamos pero de los tres taxis que hay en servicio, dos no responden y el otro esta en viaje hacia David y tardaria mas de una hora en regresar. Nos sugieren que hablemos con el dueño del bar que tiene carro e intentemos que nos lleve. Como soy el unico que habla español me "comisionan" para este menester... y alli que te voy a hablar con el paisano. Buena gente, le cuento la historia y que necesitamos con urgencia ir a Horconcitos y no podemos esperar a que regrese el taxi. El tio muy majo me dice que no hay problema que el nos lleva por el mismo precio que si fueramos en el bus regular porque tenia que ir, de todos modos, a Horconcitos a por genero. !Que suerte!.

La historia cambia cuando aparece con la furgo que esta toda enjaulada y el suelo esta todo lleno de paja y estiercol con un palmo de espesor (es zona ganadera y la usa para llevar ganado, cargar pienso, etc.). Le pido que cubra el suelo con una lona o un plastico y se va a ver si tiene algo. Aparece a los diez minutos con unos sacos con mas mierda aun que el suelo y los extiende por la furgo (la cara de la chica que va con nosotros es de asombro e incredulidad ante el apaño).

Cuando decimos de montar nos pide que esperemos que tiene que meter unas cosas y aprovecha para que le ayudemos entre todos para cargar dos docenas de cajas de botellines de cerveza (que es a lo que tenia que ir al pueblo... a por priba).

Entre las mochilas, las cajas de cerveza y un abuelo que se nos a apuntado al tour casi no hay sitio y la cosa esta apretada. Yo aprovecho que soy el unico que le puede dar instrucciones y me adjudico la cabina (menos mal por que hoy ¡que novedad! esta lloviendo). Al final el hombre se ha portado y nos ha llevado mas alla del pueblo hasta el cruce con la Panamericana desde donde empezara el siguiente capitulo.

Los buses que van a David como no son de larga distancia son, como la mayoria de estos lares, minibuses con capacidad para 12 personas y sin bodega para equipajes. Anque cada uno de nosotros va para distinto destino final, todos tenemos que ir a la capital de Chiriqui, David para enlazar con el siguiente bus. Como los buses suelen venir hasta la bandera de llenos, al ver a 5 tios con 5 mochilas grandes y otras tantas pequeñas y, ademas, una especie de tabla de surf que lleva uno de los chichos alemanes, pues eso... ni nos paran.

Despues de una hora (y en vista de que a los 5 juntos no nos va a pillar nadie) a Dustin (un chicarron norteamericano de madre panameña) se le ocurre algo y nos propone una especie de sorteo para ver en que orden subimos al bus. Toma tres palitos de diferente tamaño y vamos sacando de uno en uno. El resultado final del sorteo celebrado, sin notario, el dia 19.08.2009 en el salon de sorteos de la Panamericana es el siguiente: 1er. turno. Dustin y su amiga yanqui. 2° turno: el que suscribe. 3er. y ultimo turno: los alemanes grandotes. ¡¡Enhorabuena a los afortunados ganadores!!.

Asi que los alemanotes y yo nos retiramos debajo de un arbol con nuestras mochilas y se quedan en la autopista Dustin y su chica a probar suerte. Al cabo de un rato bastante largo los paran y se montan. Despues me toca a mi probar. El rato no es tan largo y, para suerte de los alemanes, tambien caben ellos pues dice el chofer que tiene "puestos" para todos (en plan metro japones: de pie en un minibus que no te permite ir enteramente erguido porque te das con el techo en la cabeza y, ademas, nuestras mochilas van a parar a las rodillas de la gente que esta sentada delante y que no tienen nada que ver con nosotros -han quedado medio sepultados por ellas-). Pero... ahhh se siente, pero a mi tambien me ha tocado llevar en las rodillas "huevos ajenos" y niños pequeños de otros.

Al llegar a David, cambio de autobus (esta vez sentado menos mal) y camino de Almirante, un pueblo costero desde el que tomare una lancha para ir a la isla de Colon cuya capitalidad es el pueblo de Bocas del Toro.

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