04.07.2009:
Mindo: es este lugar un magnifico ejemplo de bosque tropical nublado, con una vegetacion lujuriosa en un ambiente humedo casi al 100%. Cada hoja que tocas o arbusto que mueves te garantiza una ducha de agua instantanea que te empapa. El suelo es una especie de cienaga en donde se van pudriendo las miles de hojas y ramas que va soltando el bosque entre millones de hormigas de una tamaño casi microscopico, pero con muy mala leche (en los dos segundos que me pare para intentar hacerles una foto a esa especie de "marabunta", se me han subido por las botas y se han pasado todo el camino mordiendome las muy ....) . La humedad reinante y el calor crean una especie de coraza que se te pega al cuerpo y te hace sudar a chorros.
Andando por esta selva llena de arboles enormes, cientos de lianas colgando de los mismos, la algarabia que forman los loros, papagayos, tucanes, etc., los cientos de mariposas, algunas enormes y todas bellisimas, revoloteando de flor en flor, los diminutos y brillantisimos colibries (alguno casi tan pequeño como un abejorro) libando en el aire sin moverse un milimetro y agitando las alas tan deprisa que no se le ven, etc., hace que te sientas como Tarzan en la jungla.
Al principio pense que me habia equivocado de dia al venir en sabado (en el autobus habia toda una clase de un colegio de monjas, y en el pueblo de Mindo mogollon de adolescentes anglosajones) pero una vez pasado el rio con la "tarabita" (una cesta colgando de un cable por la que se cruza de una orilla a la otra del rio -que esta bastante profundo-) desaparecen camino de las "atracciones" tipo "canopy" (tirolina que cruza el bosque sobre la copa de los arboles y que, por los gritos que pegan, debe ser la caña), "rafting" y baño en las pozas que crean las cascadas del rio Mindo, por lo que en las estrechisimas trochas del bosque no queda ni uno y puedes caminar en silencio y en comunion con la naturaleza.
La ruta del "Santuario de las Cascadas" te conduce a las 7 que hay en ese tramo del rio Mindo, algunas de ellas como la Reina esta enclavada en pleno corazon del bosque y llegar a ella cuesta bastante esfuerzo por lo estrecho del camino y lo resbaladizo que esta, entre el barro y el agua que va rezumando la montaña. Al final del camino te encuentras una cascada encajonada en un estrechisimo cañon y con una vegetacion tan exultante que parece comersela. Para poderla ver tienes que subir una escalera llena de musgo y totalmente humeda que esta hecha en el tronco de un arbol y luego descalzarte y adentrarte caminando por el rio para llegar al final del cañon que forma la cascada y poderla contemplar en toda su dimension.
A la tarde y ya camino de regreso al pueblo por la carretera andando, se desato el diluvio, aunque la diferencia con el interior del bosque es que el agua te cae directamente y no filtrada a traves del goteo continuo de las hojas del bosque. Es impresionante ver como llueve a mares, pero pareces estar dentro de la propia nube. Efectivamente la humedad y el calor es tal que la evaporacion va elevando girones de nubes en forma de neblina hacia el cielo mientras, en las capas altas, las nubes van descargando parte de lo que, al mismo tiempo, el rio y el bosque le va entregando: agua.
Menos mal que llevaba una camiseta seca de respuesto en la mochililla que si no en las dos horas de vuelta que tarda el autobus en llegar a Quito me hubiera pillado una pulmonia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario