El Quilotoa

28.06.2009:

Hoy tempranito he pillado un bus para ir al pueblito de Zumbahua y, desde alli, andandito (unos 8 kms) al Quilotoa. Este volcan, cuando colapso -en su ultima erupcion- precipito su cono y parte de su falda dentro del propio crater, creando un circo muy amplio en cuyo fondo, con el paso de los siglos, el agua ha creado un precioso lago.

En el autobus desde Latacunga vuelven de marcha los jovenes lugareños despues de una noche de fiesta. La escena me resulta curiosa. Por un lado es una escena que, seguro, se repite un domingo de madrugada en multitud de sitios en distintos paises: jovenes armando bulla y comentando lo del concierto y sus incidencias -pelea incluida- en el bus de vuelta a casa. Otros durmierdo con cara de estar derrotados. Con sus auriculares y sus mp3 a toda pastilla, etc.. Y por otro lado las chicas que les acompañan -bastantes menos que chicos- van vestidas con sus tipicos y tradicionales trajes indigenas de fiesta, con sus sombreritos floreados, etc.. Esa mezcla de tradicion y modernidad me ha llamado la atencion.

El paisaje es bastante sobrio -es el paramo andino por la altura- y ademas esta lloviendo bastante y sopla un viento frio que corta la respiracion. Menos mal que caminando se entra en calor rapido. Como es domingo y muy temprano no encuentro mas que perros por el camino y algun que otro viejito sentado en el porche de sus casas tejiendo cestas o limpiando maiz, que me saludan con curiosos gestos con la cabeza y las manos. Gente muy amable.

La llegada al crater es muy especial: entras en una especie de garganta estrecha y llena de curvas y, cuando llegas al final de la misma, empiezas a divisar una mancha brillante de color azul intenso que, segun vas avanzando, se va agrandando hasta que contemplas en toda su hermosura la laguna Quilotoa y las paredes, casi verticales, del volcan que la contiene. Me he quedado "pasmao" varios minutos contemplando esa joya.

En ese rato la laguna ha cambiado de color varias veces. Segun el sol salia o se ocultaba de entre las nubes, pasaba de un azul intenso al verde, luego al verde esmeralda con manchas muy intensas en donde las sombras de las nubes se proyectaban. A veces una parte de la laguna estaba en sombra y con los verdes-azulados muy intensos y otra parte iluminada por el sol con unos colores verdes claritos y amarillos en la misma orilla. ¡Mas que un lago parece un camaleon!.

La bajada hasta la laguna es muy empinada y con mucha tierra suelta, o sea... tres culetazos. Segun vas bajando la laguna va cambiando de aspecto y ganando en intensidad de color.

Me he estado un par de horas andando por sus orillas y contemplandola desde multiples angulos. ¡Se mire por donde se mire... una preciosidad!.

¡La subida para cagarse!. No es especialmente dura, salvo por la dificultad de la tierra suelta. En algunos lugares parece una duna: un paso palante y dos patras. Eso sin contar las docenas de burros y caballos que suben, llevando a los que no quieren hacerlo andando, y los que bajan una vez han dejado a sus pasajeros arriba, que representan un peligro cuando te los encuentras en un paso estrecho.

A la vuelta al pueblecito de Zumbahua, como llovia a mares, he tenido que coger un transporte de lo mas atipico. Tanto en el norte de Argentina como en Bolivia y Peru se utilizan, en las zonas rurales y para ir a sitios donde no hay servicio o este es muy escaso, una especie de transporte que consiste en caminones o camionetas que, en vez de llevar ganado o carga, llevan a personas. Tienen la caja de atras cerrada y sin asientos, como cualquier camion, pero el techo abierto (lo cubren con una capota de lona cuando llueve o el sol es muy fuerte) y alli se hacinan, normalmente indigenas, con sus enormes fardos, sus animales (he visto desde la tipica gallina o pavo, hasta corderos, cerdos y llamas compartir estos "transportes" con el resto del pasaje) a veces van tantos -en ferias o fiestas- que no pueden ni sentarse en el suelo del camion y deben ir de pie, dando tumbos en cada curva y con cada bache.

Pues bien, hoy me he montado, por primera vez, junto con una carga de alfalfa, dos sacos de papas y varias jaulas con cuis (no se si el plural de estas ratitas, cuyo singular es "cuy" sera "cuyes" o "cuis") junto con tres niños (que no dejaban de mirarme con ojos de asombro en todo el viaje) y una cholita joven en una de esas camionetas (que, a pesar de la lluvia, no llevaba capota). Mas adelante se montaron varios indigenas mas: dos mujeres con sus crios a las espaldas y un par de abuelitas. Para subir a la camioneta no hay ni escalera ni puertas, debes abordarla por los laterales o por detras como puedas. ¡Que agilidad la de estas abuelitas!. ¡Han subido como si nada!.

Al llegar al pueblito he visto con asombro que se estaba celebrando un "encierro" de toros (no de vaquillas, no ¡de toros de mas de 500 kg!). Se han montado una plaza cuadrada con carros, remolques y tablas y hay un gentio enorme, tanto encima, como debajo de los carros y aun mas en la plaza. ¡Otra herencia de dudosa utilidad que les hemos dejado!.

¡Un dia redondo como el crater del Quilatoa!.

2 comentarios:

  1. Hola Pepe:

    Compruebo con satisfacción lo bien que aprovechas el tiempo, pero insisto ¿cuándo vas a tomarte un descanso?.

    Por cierto, ayer estuve en El Corte Inglés, en la presentación de un libro con un título muy sugerente: "Caminar es salud", escrito por un médico. La sala estaba llena de galenos y el ambiente era muy bueno, tanto que al final nos obsequiaron un varias canciones de corte hispano-americano en las que intervenían el propio autor (Antonio Guerra) y otros compañeros suyos.

    Total, con tantas recomendaciones "profesionales" sobre las bondades del ejercicio de caminar, salí de allí convencido de que estoy en el camino correcto, y nunca mejor dicho. Naturalmente me acordé de ti y de la inmejorable forma física en la que te encuentras; si no fuese así, tu aventura sería imposible.

    Un abrazo,

    Poli.

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  2. Efectivamente Poli, estoy hecho un chaval. En los ultimos dias he subido a varios volcanes casi rondando los 5000 msnm.

    Bueno, por lo de descansar ahora llevo dos dias en Quito y pienso estar otros 3 o 4 mas. Aunque lo de descansar es relativo, me paso el dia moviendome de un sitio a otro aunque sea en el mismo pueblo o ciudad.

    Tengo una agenda tan apretada de sitios a visitar que, estar parado, me parece una especie de perdida de tiempo. No obstante en cuanto vea "ese sitio" que el cuerpo me diga: "aqui es Pepe"... pues me quedare. Un abrazo para todos.

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