Otro viaje lindo desde La Paz hasta Copacabana por las llanuras altiplanicas sin especiales relieves ni accidentes geograficos, pero muya agradable de ver. Para llegar a Copacabana hay que cruzar el lago Titicaca en un pequeño pueblo costero. La escena es similar a otras en que el autobus se embarca en una barcaza para cruzar a la otra orilla, con la diferencia que esta es muy rudimentaria y los pasajeros debemos ir en pequeñas lanchas tambien a la otra orilla. Como el lago es el mas alto del mundo navegable, a pesar de ser mediodia segun nos vamos adentrando en él hace un frio tremendo. Voy en manga corta y ñme he dejado la ropa dentro del autobus.
El lago es sorprendentemente grande e irregular y contiene bastantes islas de tamaño considerable en su interior, lo que te impide verlo en toda su extension, por lo que parecen varios segun por donde lo mires. A esa altura, mas de 4000 metros, y con ese cielo tan puro e iluminado, el azul de sus aguas es intensisimo y muy bello.
Aparte de sus innegables atractivos como elemento natural, al lago Titicaca hay que sumarle el gran simbolismo que, para las gentes de estos lugares, tiene. Segun la mitologia inca fue en una de sus islas donde nacio el astro rey, el Sol (de donde toma su nombre la isla: isla del Sol), dando asi lugar a una dinastia real, la de los Incas que, como los faraoanes egipcios, se creian hijos directos de INTI, el Dios Sol.
A pesar del reducido tamaño del pueblo, tiene una iglesia basilica monumental y esta decorada con un lujo asiatico. Tiene la advocacion de la Virgen de Copacabana que cuenta, aqui en Bolivia, con una grandisima devocion. En el patio exterior de la basilica y alrededor de una gran cruz, los penitentes que, supongo, habran hecho alguna promesa o esperaran alguna gracia, van dando vueltas alrededor de la gran cruz ¡de rodillas! y con una gran fatigita -por las caras de dolor que llevan-. Hay una pareja de inditos jovenes haciendo esa especie de "via crucis" y su hijo, de 5 o 6 añitos, los va siguiendo ¡¡tambien de rodillas!!. ¡Señor que cruz!.
Uno de los ritos mas curiosos que he visto se da aqui. Es la llamada bendicion de "movilidades", todos los dias a las 12 en punto la gente lleva a la puerta de la iglesia, para que sean bendecidos, cualquier cosa que lleve ruedas o se mueva (bicis, motos, carritos, patinetes, coches, autobuses, etc -el precio de la bendicion esta en funcion del volumen "bendecido"-). Ahora entiendo porque aqui no se respetan, apenas, las normas de circulacion...¡tienen bula!. Luego a la noche se repite la escena pero con objetos, personas o seres vivos: las mamas llevan a sus retoños, fotos de familiares, objetos, animales de compañia o de granja, etc.. se forman enormes colas y dos o tres sacerdotes con un cubo de agua bendita y unas ramas para mojar en ella, van rociando a los que quieren ser bendecidos. Curiosisimo.
Ala mañana siguiente tempranito tomo el barco para visitar varias islas: la del Sol, la Luna y una isla flotante de totora (una especia de junco que crece en abundacia en estas costas con el que hacen sus barquichuelas, tipo canoa, y sus cabañas).
El paseo por el lago con ese airecito mañanero frio como el hielo, con una luz purisima y de una gran intensidad, con jirones de bruma sobre el lago que se van levantando, lentamente, segun el sol los va calentando y deshaciendo... es una gozada. La gozada llega se vuelve levitacion cuando nos sirven una taza de chocolate "calientito" que le sientan mejor a mis manos que a mi estomago.
Segun la mañana avanza -el viaje hasta la primera isla dura alrededor de dos horas- el sol va haciendo su trabajo y empiezo a sentir de nuevo mis extremidades (el barco no tiene mas que una especie de techo -y no tiene cristales en las ventanas- como unica proteccion).
La verdad es que la isla del Sol es una especie de paraiso perdido en medio del lago, pero tener, lo que se dice tener (aparte de unas pequeñas ruinas), no tiene nada. Cruzamos la isla andando de parte a parte -de norte a sur- en unas dos horas y media y, de nuevo al barquito. Repeticion de la jugada en la isla de la Luna y a visitar la isla "flotante" que, simple y llanamente, es una estafa. Han recreado una isla de totora, pero con soportes de madera, su tienda de "souvenir", su torre tipo castillo medieval... ¡y encima cobran si te bajas del barco para verla!.
Al parecer la unica y verdadera isla flotante de totora esta en la parte del lago peruana (el lago lo comparten Bolivia y Peru) y claro, ellos no van a ser menos y perder el negocio. Chungo.
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