ultimo dia en Bariloche

12.04.2009:

El ultimo dia en Bariloche pretendia tomarlo con calma y dedicarme a las labores propias de mi condicion: montar bien la mochila (poco a poco lo de abajo termina subiendo para arriba y cada vez que necesito algo tengo que bucear en ella), lavar, pasear lentamente por Bariloche, escribir, leer un rato... pero ¡que coño, con la cantidad de maravillas que hay fuera!. Y venga, caminito y cuesta arriba para visitar otra zona del parque Nahuel Huapi. Me decido por alejarme de las zonas mas transitadas pues al ser Semana Santa y domingo, pues eso, que esta lleno de turistas y domingueros (sin el mas minimo demerito por estas dos nobles actividades que yo, durante muchos años, ejercí con estusiasmo), es solo que el campo en sitios como este que contienen bastante fauna local, es importante que no se produzca mucho alboroto. Por el parque hay bastantes carteles pidiendo respeto por la flora y la fauna y solicitando que no contamines y vuelvas a la ciudad con tus desperdicios y, salvo excepciones, esto se respeta porque no he visto apenas basura. Pero de la contaminacion acustica no dice nada y, en ausencia de ella, el bosque parece cobrar vida, en especial a primeras horas de la mañana : las distintas clases de aves se posan sobre los senderos buscando su desayuno y las rapaces dando vueltas por el cielo buscando el suyo: las anteriores. El viento soplando su cancion a traves de las ramas y los pajaros cantando la suya (a veces con un estruendo notable como el que hacen los loros australes ¡que parece mentira que unas aves tan tropicales se hayan aclimatado a este pelete!).

Segun me voy internando en el bosque me va llamando la atencion la cantidad de arboles que se ven pelados por completo de follaje. La verdad es que asi desnudos tienen unas formas fantasmales y sombrias que se ven muy atractivas. Pero en seguida empiezo a sentir una cierta tristeza cuando veo el origen de tanta desnudez: el fuego. Debio de ser hace bastante porque afortunadamente se esta empezando a regenerar. Pero despues de haber pasado por esos esplendidos bosques tan frondosos y llenos de vida los dias anteriores, esta imagen me deprime un poco y decido abortar la ascension e irme a la orilla de un lago que he visto al subir y que tenia una pequeña playita. Alli hago un poco de tai-chi, como y me echo una siesta (las buenas costumbres no hay que perderlas).

Por la noche en el albergue de nuevo fiestita con los guitarreros "ches". Parece una de esas fiestas flamencas que se hacen en el sur de España para turistas, que mas que un tablao parecen uan convencion de la ONU. Aqui hay gentes de: Israel, Escocia, Dinamarca, Chile, Argentina, Australia, Nueva Zelanda, Francia y España (¡¡faltaria mas que no hubiera presencia patria en una fiestita con vino y musica!!. ¡¡Hasta ahi podriamos llegar!!).

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