¡¡El no va mas!!
25.04.2009:
Hoy ha sido un dia pleno. Pleno de experiencias, de visitas, de emociones, de adrenalina. El dia empezo temprano: a las 3:30 de la madrugada para salir a las 4:00 hacia los "geyseres del Tátio" al objeto de llegar antes del amanecer que es cuando se aprecian en toda su grandeza. Llegamos temprano, poco antes de amanecer y al bajar del autobus (desde donde no se ve nada del exterior, entre la oscuridad y los cristales empañados por el vaho que produce la diferencia de temperatura) por poco me caigo de culo al suelo: entre lo sorprendente del espectaculo, el "soroche" (mal de altura pues estamos a mas de 4500 msnm) y una temperatura glacial de -13º C.
El escenario es alucinante: un valle rodeado de colinas preciosas y, en medio, centenares de chimeneas humeantes arrojando fumarolas de distintas alturas e intensidades y, de cuando en cuando, varias de esas oquedades se llenan de agua hirviendo y al llegar a un cierto punto ¡expulsan el agua formando geyseres de varios metros de altura!. El agua sale vaporizada y, al contacto con el aire frio, se precipita en forma de lluvia finisima. En las cercanias de los geyseres el agua esta hirviendo, pero segun se van alejando de la boca del pozo, en apenas un par de metros, se empiezan a congelar (al amanecer, sobre las 6:30 la temperatura alcanza los -15º c.). En apenas tres metros ves todos los estados posibles del agua: gaseosa, liquida y solida.
Con la emocion y la toma de fotos apenas advierto que tengo el cuerpo como un tempano de hielo, en especial las manos (no atino a meter la camara en su funda, las manos no me responden) y la nariz, que me esta goteando continuamente y temo que esas gotas se conviertan en chuzos congelados sobre mi napia. Pero la solucion parece estar a mis pies: busco una fumarola sin agua y me doy una ducha de vapor calentito, pero al intentar retomar la visita, el remedio es peor que la enfermedad: el frio ahora es casi doloroso, asi que me refugio en el autobus hasta que la sangre vuelve a aflorar a mis mejillas. Al cabo de una hora, y con el sol pegando ya fuerte, los geyseres pequeños empiezan como a difuminarse debido a que, al ser vapor de agua, se visualizan mejor al amanecer por la diferencia de temperatura entre la exterior y a la que sale el vapor (es como cuando hace frio y, al exhalar por la boca, sale un chorro de vaho y cuando hace calor no). Hay cuatro geyseres grandes que se ven a todas horas debido a la intensidad de su erupcion y, desde uno de ellos, el agua que mana es tan abudante que forma una especie de piscina natural que, segun se va enfriando el agua -sale a 95º- hasta llegar a los 25º y sirve como "jacuzzi" natural para desentumecer los musculos despues de la congelacion matutina y recuperar "la color".
Despues de los geyseres del Tátio se visitan un par de lagunas a una altitud cercana a los 5000 metros, y aqui empiezan los problemas: el aire te falta en los pulmones y la cabeza empieza a doler, por eso la mayor parte del recorrido se hace en bus. Se llaman Mixcante y Meñique (como el dedo "menuquin" me decia mi hijo Alberto cuando era pequeño) y son preciosas.
La excursion se remata con una visita a un pueblo indigena que se llama Socaire en donde tienen una pequeña iglesita que parece un fortin de los que salen en las peliculas de indios y vaqueros con su murallita y todo. La gran atraccion para la mayoria de los de la excursion es, no obstante, los pinchitos morunos de carne de llama que venden en el pueblo (carne, al parecer, dificil de encontrar). Yo he optado por una empanada de queso de llama que sabe "regular" (los pobres animalitos estan pastando a unos pocos metros de donde se estan merendando a uno de sus congeneres).
Se regresa a San Pedro al mediodia y, despues de comer, me voy con un par de catalanes y un frances, compañeros de habitacion, a visitar los valles de la Muerte y de la Luna. Son formaciones geologicas impresionantes en donde se puede "leer" la historia cataclismica de esta parte del continente y de la creacion de los Andes (estoy hecho un fiera en temas de geologia: placas tectonicas, anticlinales, sinclinales, abducciones -no de extraterrestres-, erupciones, etc , etc.... pregunta, pregunta lo que quieras).
Lo del "Valle de la Muerte" es, segun me contaron el el Museo de Antropologia, un error debido a que quien le puso el nombre (un sacerdote belga llamado Le Paige, antropologo y arqueologo aficionado) no debia hablar un buen castellano y lo llamo el "Valle de Marte" y los lugareños le entendieron "Muerte" en vez de "Marte" (una pena que un lugar tan bonito tenga un nombre tan funebre). En cambio lo de "Marte" le viene que ni anillo al dedo, esto tan es asi que los propios "yanquis" de la NASA prueban los vehiculos que utilizaron en la Luna y los que utilizaran en la proxima mision a Marte, los "Pathfinder", en su superficie.
En el valle de la Luna se hace un recorrido por una especia de garganta que, a veces, se convierte en gruta y que es, como casi todo por aqui, de pura sal. En algunas partes del recorrido subterraneo tienes que reptar para poder pasar. Junto con la entrada te ponen un guia y te dan una linterna. ¡Una gozada!. Al atardecer subimos a una duna gigantesca para ver ponerse el sol sobr la Cordillera de los Andes y ver como se va tiñendo de diferentes tonalidades, del ocre al rojo oscuro.
¡Pero ahi no se acabo la cosa!. Al volver a San Pedro me entero que hay un suizo que lleva afincado en Atacama un monton de años y esta casado con una chilena. que es un enamorado fanatico de las estrellas y organiza en su casa, en las afueras de S. Pedro en el desierto, sesiones de iniciacion a la astronomia. El tio cuenta con siet u ocho telescopios -algunos enormes- en el jardin de su casa y ameniza la funcion con una charla bastante amena e instructiva sobre el Cosmos. Nos va contando como se llaman las constelaciones, las estrellas, los cumulos de galaxias, etc., etc. y las va señalando con un puntero laser potentisimo que hace que, en la absoluta oscuridad de desierto, parezca que las toca con él. Aun sin telescopios la experiencia de observar, en medio de la noche y en el desierto con un cielo despejado de nubes y luces de ningun tipo, ese impresionante cielo cuajado de estrellas (que, las visibles a simple vista, no son millones como solemos decir, sino apenas 6000 -¡que ya son!- es todo un espectaculo. Pero con el telescopio y su previa explicacion es una experiencia inolvidable que me ha marcado ¡ya nunca vere el cielo de la misma manera!. ¡Y, encima, te da un tazon de chocolate caliente para combatir el frio nocturno del desierto!. ¡Para mas "inri" te saca una foto de Saturno y sus anillos en tu propia camara acopladola a uno de los telescopios!. ¡¡¡Joder que dia Pepe!!!.
Hoy ha sido un dia pleno. Pleno de experiencias, de visitas, de emociones, de adrenalina. El dia empezo temprano: a las 3:30 de la madrugada para salir a las 4:00 hacia los "geyseres del Tátio" al objeto de llegar antes del amanecer que es cuando se aprecian en toda su grandeza. Llegamos temprano, poco antes de amanecer y al bajar del autobus (desde donde no se ve nada del exterior, entre la oscuridad y los cristales empañados por el vaho que produce la diferencia de temperatura) por poco me caigo de culo al suelo: entre lo sorprendente del espectaculo, el "soroche" (mal de altura pues estamos a mas de 4500 msnm) y una temperatura glacial de -13º C.
El escenario es alucinante: un valle rodeado de colinas preciosas y, en medio, centenares de chimeneas humeantes arrojando fumarolas de distintas alturas e intensidades y, de cuando en cuando, varias de esas oquedades se llenan de agua hirviendo y al llegar a un cierto punto ¡expulsan el agua formando geyseres de varios metros de altura!. El agua sale vaporizada y, al contacto con el aire frio, se precipita en forma de lluvia finisima. En las cercanias de los geyseres el agua esta hirviendo, pero segun se van alejando de la boca del pozo, en apenas un par de metros, se empiezan a congelar (al amanecer, sobre las 6:30 la temperatura alcanza los -15º c.). En apenas tres metros ves todos los estados posibles del agua: gaseosa, liquida y solida.
Con la emocion y la toma de fotos apenas advierto que tengo el cuerpo como un tempano de hielo, en especial las manos (no atino a meter la camara en su funda, las manos no me responden) y la nariz, que me esta goteando continuamente y temo que esas gotas se conviertan en chuzos congelados sobre mi napia. Pero la solucion parece estar a mis pies: busco una fumarola sin agua y me doy una ducha de vapor calentito, pero al intentar retomar la visita, el remedio es peor que la enfermedad: el frio ahora es casi doloroso, asi que me refugio en el autobus hasta que la sangre vuelve a aflorar a mis mejillas. Al cabo de una hora, y con el sol pegando ya fuerte, los geyseres pequeños empiezan como a difuminarse debido a que, al ser vapor de agua, se visualizan mejor al amanecer por la diferencia de temperatura entre la exterior y a la que sale el vapor (es como cuando hace frio y, al exhalar por la boca, sale un chorro de vaho y cuando hace calor no). Hay cuatro geyseres grandes que se ven a todas horas debido a la intensidad de su erupcion y, desde uno de ellos, el agua que mana es tan abudante que forma una especie de piscina natural que, segun se va enfriando el agua -sale a 95º- hasta llegar a los 25º y sirve como "jacuzzi" natural para desentumecer los musculos despues de la congelacion matutina y recuperar "la color".
Despues de los geyseres del Tátio se visitan un par de lagunas a una altitud cercana a los 5000 metros, y aqui empiezan los problemas: el aire te falta en los pulmones y la cabeza empieza a doler, por eso la mayor parte del recorrido se hace en bus. Se llaman Mixcante y Meñique (como el dedo "menuquin" me decia mi hijo Alberto cuando era pequeño) y son preciosas.
La excursion se remata con una visita a un pueblo indigena que se llama Socaire en donde tienen una pequeña iglesita que parece un fortin de los que salen en las peliculas de indios y vaqueros con su murallita y todo. La gran atraccion para la mayoria de los de la excursion es, no obstante, los pinchitos morunos de carne de llama que venden en el pueblo (carne, al parecer, dificil de encontrar). Yo he optado por una empanada de queso de llama que sabe "regular" (los pobres animalitos estan pastando a unos pocos metros de donde se estan merendando a uno de sus congeneres).
Se regresa a San Pedro al mediodia y, despues de comer, me voy con un par de catalanes y un frances, compañeros de habitacion, a visitar los valles de la Muerte y de la Luna. Son formaciones geologicas impresionantes en donde se puede "leer" la historia cataclismica de esta parte del continente y de la creacion de los Andes (estoy hecho un fiera en temas de geologia: placas tectonicas, anticlinales, sinclinales, abducciones -no de extraterrestres-, erupciones, etc , etc.... pregunta, pregunta lo que quieras).
Lo del "Valle de la Muerte" es, segun me contaron el el Museo de Antropologia, un error debido a que quien le puso el nombre (un sacerdote belga llamado Le Paige, antropologo y arqueologo aficionado) no debia hablar un buen castellano y lo llamo el "Valle de Marte" y los lugareños le entendieron "Muerte" en vez de "Marte" (una pena que un lugar tan bonito tenga un nombre tan funebre). En cambio lo de "Marte" le viene que ni anillo al dedo, esto tan es asi que los propios "yanquis" de la NASA prueban los vehiculos que utilizaron en la Luna y los que utilizaran en la proxima mision a Marte, los "Pathfinder", en su superficie.
En el valle de la Luna se hace un recorrido por una especia de garganta que, a veces, se convierte en gruta y que es, como casi todo por aqui, de pura sal. En algunas partes del recorrido subterraneo tienes que reptar para poder pasar. Junto con la entrada te ponen un guia y te dan una linterna. ¡Una gozada!. Al atardecer subimos a una duna gigantesca para ver ponerse el sol sobr la Cordillera de los Andes y ver como se va tiñendo de diferentes tonalidades, del ocre al rojo oscuro.
¡Pero ahi no se acabo la cosa!. Al volver a San Pedro me entero que hay un suizo que lleva afincado en Atacama un monton de años y esta casado con una chilena. que es un enamorado fanatico de las estrellas y organiza en su casa, en las afueras de S. Pedro en el desierto, sesiones de iniciacion a la astronomia. El tio cuenta con siet u ocho telescopios -algunos enormes- en el jardin de su casa y ameniza la funcion con una charla bastante amena e instructiva sobre el Cosmos. Nos va contando como se llaman las constelaciones, las estrellas, los cumulos de galaxias, etc., etc. y las va señalando con un puntero laser potentisimo que hace que, en la absoluta oscuridad de desierto, parezca que las toca con él. Aun sin telescopios la experiencia de observar, en medio de la noche y en el desierto con un cielo despejado de nubes y luces de ningun tipo, ese impresionante cielo cuajado de estrellas (que, las visibles a simple vista, no son millones como solemos decir, sino apenas 6000 -¡que ya son!- es todo un espectaculo. Pero con el telescopio y su previa explicacion es una experiencia inolvidable que me ha marcado ¡ya nunca vere el cielo de la misma manera!. ¡Y, encima, te da un tazon de chocolate caliente para combatir el frio nocturno del desierto!. ¡Para mas "inri" te saca una foto de Saturno y sus anillos en tu propia camara acopladola a uno de los telescopios!. ¡¡¡Joder que dia Pepe!!!.
la Alta Puna Andina
25.04.2009:
Continuo con la exploracion del desierto y hoy voy a visitar varias lagunas enclavadas en los valles andinos que conforman la Alta Puna (a una altitud cercana a los 3500 msnm). En un pueblecito indigena llamado Toconao se encuentra la primera de las sorpresas que encierra el desierto: un rio que pasa encajonado en una profunda garganta a cuyas orillas crece un autentico vergel: higueras, granados, limoneros,maiz, papas, tomates, porotos, chiles, etc.. El pueblo, en cambio, al estar sobre la meseta, es un puro arenal, todo gris con calles de tierra que, cuando sopla el aire -lo que aqui ocurre con frecuencia- forma una especie de remolinos que parecen mini tornados.
Los habitantes originarios de estas latitudes tienen una marcada ascendencia indigena y un orgullo de pertenencia muy arraigado. Hay una cierta saturacion de letreros por todo el desierto en los que se hace mencion a la pertenencia de las tierras, las lagunas, etc., a la, asi llamada, comunidad atacameña. En cada lugar a visitar (a veces una minuscula laguna) hay que pasar por "caja" y, junto con la entrada, te dan un triptico con una brevisima descripcion del lugar y una extensisima explicacion historico-sociologica de los "Likan-Antay" (que era su denominacion original y significa "los hijos de la Tierra"), ahora reconvertidos en "atacameños" y viviendo, casi en su totalidad, del turismo.
Las lagunas altiplanicas y su entorno, como casi todo por aqui, son de una rara belleza y de una pureza original. A esto contribuye la presencia de una rica fauna propia de estos habitats y que es imposible encontrar en otros entornos al ser endemicas: flamencos capaces de filtrar aguas casi venenosas y con altisimas concentraciones de sales minerales, zorros casi tan pequeños como las presas de las que se alimentasn (las vizcochas una especie de conejo con unas enormes orejotas), huanacos salvajes muy parecidos a cervatillos, ñandues con enormes patas y veloz carrera (son los primos americanos de los avestruces), etc.. Hay por todas partes llamas y alpacas, pero estas dos especies son domesticas a las que se dejan pacer a su aire durante el dia y por las noches se las lleva al redil.
Entre la altitud y el calor acabo hecho polvo y con dolor de cabeza, pero contento.... "sarna con gusto no pica".
Continuo con la exploracion del desierto y hoy voy a visitar varias lagunas enclavadas en los valles andinos que conforman la Alta Puna (a una altitud cercana a los 3500 msnm). En un pueblecito indigena llamado Toconao se encuentra la primera de las sorpresas que encierra el desierto: un rio que pasa encajonado en una profunda garganta a cuyas orillas crece un autentico vergel: higueras, granados, limoneros,maiz, papas, tomates, porotos, chiles, etc.. El pueblo, en cambio, al estar sobre la meseta, es un puro arenal, todo gris con calles de tierra que, cuando sopla el aire -lo que aqui ocurre con frecuencia- forma una especie de remolinos que parecen mini tornados.
Los habitantes originarios de estas latitudes tienen una marcada ascendencia indigena y un orgullo de pertenencia muy arraigado. Hay una cierta saturacion de letreros por todo el desierto en los que se hace mencion a la pertenencia de las tierras, las lagunas, etc., a la, asi llamada, comunidad atacameña. En cada lugar a visitar (a veces una minuscula laguna) hay que pasar por "caja" y, junto con la entrada, te dan un triptico con una brevisima descripcion del lugar y una extensisima explicacion historico-sociologica de los "Likan-Antay" (que era su denominacion original y significa "los hijos de la Tierra"), ahora reconvertidos en "atacameños" y viviendo, casi en su totalidad, del turismo.
Las lagunas altiplanicas y su entorno, como casi todo por aqui, son de una rara belleza y de una pureza original. A esto contribuye la presencia de una rica fauna propia de estos habitats y que es imposible encontrar en otros entornos al ser endemicas: flamencos capaces de filtrar aguas casi venenosas y con altisimas concentraciones de sales minerales, zorros casi tan pequeños como las presas de las que se alimentasn (las vizcochas una especie de conejo con unas enormes orejotas), huanacos salvajes muy parecidos a cervatillos, ñandues con enormes patas y veloz carrera (son los primos americanos de los avestruces), etc.. Hay por todas partes llamas y alpacas, pero estas dos especies son domesticas a las que se dejan pacer a su aire durante el dia y por las noches se las lleva al redil.
Entre la altitud y el calor acabo hecho polvo y con dolor de cabeza, pero contento.... "sarna con gusto no pica".
El Desierto mas seco y arido del mundo
23.04.2009:
San Pedro de Atacama es una pasada de pueblo, y no solo por estar en medio del desierto mas seco y arido del mundo (la diferencia entre seco y arido, que me han explicado, es que seco es el que menos precipitaciones recibe y arido el que menos vida alberga): el de Atacama, sino porque han sabido conservar -a pesar de ser una Meca del turismo de aventura en Sudamerica- su fisonomia y personalidad propias. La mayoria de las casas (excepto las oficiales como Carabineros, etc..) son de una sola altura y construidas de adobe (el hormigon de los pobres) por fuera y con madera en vigas y techos, suelen tener un muro alrededor de las casas igualmente de adobe, con ramas y piedras como armazon. Las calles no estan asfaltadas y solo una o dos tienen aceras. La luz electrica es de una intensidad tan minima ue las cuatro farolas que tiene el pueblo apenas si iluminan el suelo que tienen debajo (evitando asi la contaminacion luminica, lo que es muy importante para la observacion del cielo -aqui al lado estan los observatorios mas grandes del mundo porque tienen el cielo mas limpio -con permiso de los palmeros y su Roque de los Muchachos).
Hay apenas cuatro arboles (algarrobos) en la plaza del pueblo. Plaza en la que, logicamente, se ubica la minuscula y recojidita iglesia toda ella encaladita que es una preciosidad. Anoche la estuve visitando nada mas llegar, y a la luz de la luna y con el insuperable decorado del cielo estrellado como fondo, sin ningun ruido en las calles, que casi todas son peatonales, me parecio mas bella que si hubiera sido una enorme catedral.
Muy cerca de aqui empieza el desierto a revelar sus tesoros escondidos y sus secretos mejor guardados: oasis, lagunas, geiseres, cañones, valles encantados y, sobre todo, sus famosos "salares" (lagos y lagunas de sal inmensos que parecen enormes campos nevados).
Por la mañana le echo un vistazo al pueblo y voy a visitar su artesanal museo de arqueologia en el que casi hay mas gente trabajando que objetos expuestos: el guarda de la puerta; la taquillera; el te corta la entrada; dos señoras -una en cada baño-; dos limpiadoras que estan continuamente pasando el mocho y en varios despachos: el director, la secretaria, el coordinador cultural y que puede que aun me deje alguno. A todo esto el museo se puede visitar situandose en el centro del mismo y girando sobre tus talones sin moverte del sitio.
A escasos quilometros de San Pedro se encuentran una serie de lagunas en medio del Salar de Atacama, que es una depresion enorme en medio de un gigantesco valle que es muy peculiar, pues una parte es desierto puro y duro, otra parte es aun un grado mas: el Salar (una enorme costra de sal que cauteriza el desierto) y otra parte que es semi-desertica pues posee algo de humedad y se dan extensiones de matorrales minusculos de gramineas y algo parecido a las esparteras, etc.. y en cada una de estas zonas se dan los fenomenos de las lagunas (que no son, evidentemente, fruto de las lluvias, ni el aporte de algun rio, sino filtraciones de agua subterranea proviniente del deshielo de los cercanos Andes). Ademas, en los bordes del salar se ubican varios oasis en donde crecen los escasos y minusculos pueblos aun habitados por los descendientes de los Likan-antay y los Incas.
Cada laguna tiene una determinada caracteristica: la primera es la laguna Cejas que tiene una concentracion salina superior al 50% y tiene una flotabilidad aun mayor que la del Mar Muerto (es una pasada dejarte abandonado, sin hacer ningun esfuerzo, en medio de la laguna y pegarte una siesta). Las siguientes se llaman los "Ojos del Salar" y son dos profundos agujeros, uno al lado del otro -como si fueran ojos- de agua dulce y de una profundidad insondable -segun el guia-. La última es la mas grande en extension pero de una profundidad media de tan solo 20 cms. y suel estar, sobre todo en verano, echa un autentico "pan de sal". Esta ultima es sin duda la mas bonita. Aqui esperamos para ver anochecer en el desierto tiñiendo la Cordillera de los Andes y los mas de una docena de volcanes que rodean al salar de tonos ocres y dorados.
Muy bonito, pero apneas el sol cae empieza a hacer un frio de narices (la diferencia termica entre el dia y la noche en esta epoca es de + 30º y - 15º). Mañana ire a visitar la otra orilla del salar y los pueblos de la altiplanicie, o Puna que llaman por aqui. Promete ser una gran excursion.
San Pedro de Atacama es una pasada de pueblo, y no solo por estar en medio del desierto mas seco y arido del mundo (la diferencia entre seco y arido, que me han explicado, es que seco es el que menos precipitaciones recibe y arido el que menos vida alberga): el de Atacama, sino porque han sabido conservar -a pesar de ser una Meca del turismo de aventura en Sudamerica- su fisonomia y personalidad propias. La mayoria de las casas (excepto las oficiales como Carabineros, etc..) son de una sola altura y construidas de adobe (el hormigon de los pobres) por fuera y con madera en vigas y techos, suelen tener un muro alrededor de las casas igualmente de adobe, con ramas y piedras como armazon. Las calles no estan asfaltadas y solo una o dos tienen aceras. La luz electrica es de una intensidad tan minima ue las cuatro farolas que tiene el pueblo apenas si iluminan el suelo que tienen debajo (evitando asi la contaminacion luminica, lo que es muy importante para la observacion del cielo -aqui al lado estan los observatorios mas grandes del mundo porque tienen el cielo mas limpio -con permiso de los palmeros y su Roque de los Muchachos).
Hay apenas cuatro arboles (algarrobos) en la plaza del pueblo. Plaza en la que, logicamente, se ubica la minuscula y recojidita iglesia toda ella encaladita que es una preciosidad. Anoche la estuve visitando nada mas llegar, y a la luz de la luna y con el insuperable decorado del cielo estrellado como fondo, sin ningun ruido en las calles, que casi todas son peatonales, me parecio mas bella que si hubiera sido una enorme catedral.
Muy cerca de aqui empieza el desierto a revelar sus tesoros escondidos y sus secretos mejor guardados: oasis, lagunas, geiseres, cañones, valles encantados y, sobre todo, sus famosos "salares" (lagos y lagunas de sal inmensos que parecen enormes campos nevados).
Por la mañana le echo un vistazo al pueblo y voy a visitar su artesanal museo de arqueologia en el que casi hay mas gente trabajando que objetos expuestos: el guarda de la puerta; la taquillera; el te corta la entrada; dos señoras -una en cada baño-; dos limpiadoras que estan continuamente pasando el mocho y en varios despachos: el director, la secretaria, el coordinador cultural y que puede que aun me deje alguno. A todo esto el museo se puede visitar situandose en el centro del mismo y girando sobre tus talones sin moverte del sitio.
A escasos quilometros de San Pedro se encuentran una serie de lagunas en medio del Salar de Atacama, que es una depresion enorme en medio de un gigantesco valle que es muy peculiar, pues una parte es desierto puro y duro, otra parte es aun un grado mas: el Salar (una enorme costra de sal que cauteriza el desierto) y otra parte que es semi-desertica pues posee algo de humedad y se dan extensiones de matorrales minusculos de gramineas y algo parecido a las esparteras, etc.. y en cada una de estas zonas se dan los fenomenos de las lagunas (que no son, evidentemente, fruto de las lluvias, ni el aporte de algun rio, sino filtraciones de agua subterranea proviniente del deshielo de los cercanos Andes). Ademas, en los bordes del salar se ubican varios oasis en donde crecen los escasos y minusculos pueblos aun habitados por los descendientes de los Likan-antay y los Incas.
Cada laguna tiene una determinada caracteristica: la primera es la laguna Cejas que tiene una concentracion salina superior al 50% y tiene una flotabilidad aun mayor que la del Mar Muerto (es una pasada dejarte abandonado, sin hacer ningun esfuerzo, en medio de la laguna y pegarte una siesta). Las siguientes se llaman los "Ojos del Salar" y son dos profundos agujeros, uno al lado del otro -como si fueran ojos- de agua dulce y de una profundidad insondable -segun el guia-. La última es la mas grande en extension pero de una profundidad media de tan solo 20 cms. y suel estar, sobre todo en verano, echa un autentico "pan de sal". Esta ultima es sin duda la mas bonita. Aqui esperamos para ver anochecer en el desierto tiñiendo la Cordillera de los Andes y los mas de una docena de volcanes que rodean al salar de tonos ocres y dorados.
Muy bonito, pero apneas el sol cae empieza a hacer un frio de narices (la diferencia termica entre el dia y la noche en esta epoca es de + 30º y - 15º). Mañana ire a visitar la otra orilla del salar y los pueblos de la altiplanicie, o Puna que llaman por aqui. Promete ser una gran excursion.
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