Durango
01 y 02.11.2009:
Durango es una
ordenada, bonita y aseada ciudad con una preciosa catedral. La ciudad se esta
engalanando de punta a punta para estas próximas fiestas navideñas. No hay
plaza en donde no luzcan los famosos arboles repletos de bolas, luces,
estrellas, paquetes, etc., ni avenidas sin iluminación y decorados al uso
colgando de fachada a fachada. En todos los jardines y plazas ajardinadas hay
docenas de operarios plantando flores de pascua por doquier y renovando la
decoración vegetal.
En casi todas
las iglesias de aquí, como en casi todas las de otras ciudades, me llama la
atención la cantidad de fotos, carteles, placas, etc., que hay dedicadas a unos “mártires” muy recientitos (a estos no se los comieron
los leones en el circo ni los asaron en una parrilla los “infieles”) y hoy le
he preguntado a un cura que andaba por la iglesia a que obedecía. Aunque él no
me ha podido dar la explicación (al parecer iba camino de algún acto litúrgico)
me ha aconsejado que visite un museo en donde se narra la historia de la
“Guerra de los Cristeros”, de la que yo ya había visto retazos en otros sitios.
El museo no es
muy interesante pero al menos me ha dejado claro lo de esa terrible guerra
(como todas por cierto). Entre 1922 y 1925 se libró la dichosa guerra que tenía
como origen las famosas Leyes de Reforma que en esencia, y en lo que a la
Iglesia se refiere, se resumían en: nacionalización de los bienes de la
iglesia, matrimonio civil, secularización de los cementerios libertad de
cultos, etc. y claro, eso a principios del siglo XX y después de siglos de
control y dominio de la sociedad civil no fue bien digerido por la iglesia y
los conservadores, dando lugar a la denominada “Guerra de los Cristeros”
(Cristeros=católicos seguidores de Cristo) en donde se cometieron toda clase de
atrocidades, al igual que ocurrió en nuestra Guerra in-Civil.
El hecho de
que tengan sus fotos, etc., en todas las iglesias y que la iglesia mexicana
tenga un plantel tan alto de “santos” obedece a que el Papa Juan Pablo II canonizo
(en su visita a México) a todos esos “mártires” haciendo que México sea el país
que mas santos tiene (no se si de América o de todo el mundo). En España
también canonizo a unos cuantos “mártires” de la guerra (¡¡a estas alturas y
aun con estos temas ... Señor!!).
Aquí, al igual
que ocurrió en España, el anticlericalismo de los intelectuales, trabajadores,
campesinos, etc., tenia su raíz en la inmensa riqueza acumulada por la Iglesia
que era la virtual propietaria de ciudades enteras (de eso queda huella aun hoy
pues la mayoría de los edificios singulares de las ciudades coloniales son o
fueron propiedad de la iglesia) en franca contradicción tanto con el mensaje
evangélico de pobreza como con la miseria reinante en las clases populares de
esa época, sin omitir la clásica alianza entre iglesia y los poderes facticos.
En España eso dio lugar a las leyes de “Desamortización de Mendizábal” y aquí a
las de “Reforma” que fueron el germen, tanto aquí como allí, de las dos
terribles guerras in-civiles que tanta muerte y miseria trajeron a nuestros
pueblos.
Aquí también
ha llegado el invierno (hoy he oído que hay 23 ciudades de México en alerta por
las bajas temperaturas –en una ciudad del norte han llegado a los 4 grados-)
¡vamos que hace un frío que pela!. Mañana subiré hacia Baja California y espero
que allí la cosa este mas templadita, que no tengo yo el cuerpo, después de
meses de calor, para aguantar el frio (ya pase todo el que quise y mas en
Argentina y Chile).
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