ultimos dias en Uruguay

Hoy me ha despertado a eso de las cinco de la mañana, dandome un susto de muerte, el argentino que tengo por compañero de habitacion. Anoche estuvimos cenando con él, un grupito muy simpatico: dos mejicanos, una australiana, una francesa, un brasileño, un aleman el "gaucho" y yo. El hizo toda la cena, un asado tipico argentino de chorizos, morcillas, costillas de "chancho", alitas de pollo, etc.. El solito compro todo, encendio la barbacoa y nos fue invitando uno a uno. Parecia otra persona de atento, simpatico, ¿cuerdo?, etc.porque habia recibido buenas noticias sobre una herencia o unos terrenos que decia le querian quitar sus familiares. La cena duro hasta que los del albergue nos llamaron la atencion por la escandalera que estabamos metiendo (eran mas de las dos de la mañana). Los mejicanos sacaron dos botellas de tequila y el brasileño una cosa dulzona llamada "grapamiel". El gaucho resulto ser un buen cantaor y nos regalo con todo un repertorio de canciones de Atahualpa Yupanqui y Jorge Cafrune (este último a peticion mia, pues me se varias de sus canciones). Total que nos acostamos bastante alegres y, al parecer, al argentino se le olvido tomar la medicacion y se paso la noche como soñando en voz alta, pero de madrugada le ha dado una especie de ataque de ansiedad con palpitaciones y con los ojos fuera de las orbitas, de verdad que parecia la viva imagen de un loco. Llame al del albergue y entre los dos le hemos metido de nuevo en la cama mientras llamaba a un medico. Cuando parecia estar de nuevo dormido y llego el medico de urgencia, monto un "pollo" en el albergue de cuidado acusando al medico de quererle envenenar y de estar al servicio de la policia argentina. Le ha puesto una inyeccion de algo y parece haberse calmado. El del albergue se ha quedado de guardia junto conmigo hasta que se ha vuelto a dormir. A eso de las once de la mañana cuando yo estaba pagando para irme de Montevideo, camino de Colonia de Sacramento, a empezado a llamarme a gritos para darme el telefono de no se que familiar en Buenos Aires (haciendome hincapie en que no comentara por telefono en donde estaba él para que no fueran a buscarle los "milicos"). Me voy con el corazon en un puño y con la tristeza de no poderle ayudar.



La parte de Colonia de Sacramento que es visitable es un pañuelo, algo pequeño y muy concentrado en torno, como siempre, de la iglesia matriz y la plaza de Armas, pero muy agradable de pasear. Mañana cruzare el Rio de la Plata en el ferry hasta el Gran Buenos Aires. !!Argentina alla voy¡¡.

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